Jueves, 19 de abril de 2007
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«Yo los apoyo pero...»
En Jerez, algunos trabajadores de comercios y bares optaron por acudir a su puesto de trabajo como un día cualquiera
«Yo los apoyo  pero...»
NORMALIDAD. Los bares sirvieron desayunos, aunque pocos.
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Aprimeras horas de la mañana de ayer, el cierre casi al completo de las tiendas más concurridas como las panaderías o los quioscos de prensa en los barrios de Jerez sorprendía a más de uno que se esperaba un seguimiento a la huelga más simbólico que efectivo. A medida que pasaban las horas y los jerezanos buscaban dónde poder comprar el pan, los comentarios con los vecinos presagiaban que la jornada de huelga se iba a notar en todos los sectores. Pero también hubo otros muchos que optaron por seguir su rutina diaria y acudir a su puesto de trabajo como cualquier miércoles.

Es el caso de los trabajadores de la tienda de moda joven Inside, en plena calle Larga, que abrieron sus puertas a las once de la mañana y volvieron a cerrar al paso de la manifestación. Según el encargado, José Manuel Bueno, «la empresa es de Murcia y esto le pilla lejos». Aunque la tienda sólo había hecho 26 euros de caja, José Manuel explicó que «comprendemos que ellos tienen que mantener su puesto de trabajo y nosotros, el nuestro».

En la plaza de abastos el silencio era de lo más extraño. No hubo ayer vendedores pregonando los chocos y las acedías frescas y todo estaba reluciente. Sólo en los pasillos dedicados a la fruta, tres puestos se atrevieron a abrir. «He venido a quitar las telarañas y a escuchar la misa por radio», decía un comerciante al que todos conocen por El Cordobés y que se aburría entre los pimientos y patatas. «Yo no voy a comer a casa de Pacheco por lo que tengo que venir a trabajar», apuntó divertido. Su compañero David Ortega nutrió ayer su puesto de frutas y verduras con productos directamente de su huerto «porque no ha abierto Mercajerez». Aunque no se respiraba el bullicio habitual, David esperaba aún menos gente: «Como no hay más puestos abiertos, vienen al mío».

La hora del café

En la hostelería, muchos de los bares y restaurantes apostaron por abrir ya por la tarde aunque algunos optaron por servir también los desayunos. Es lo que hizo ayer Francisco Toro, de El Rincón de Baco, que aseguró que «yo los apoyo porque tienen que comer pero nosotros también». Su idea era cerrar al paso de la manifestación y a la llegada de los piquetes informativos, tal y como hizo.

Dos establecimientos hosteleros de la plaza del Arenal sufrieron momentos algo comprometidos cuando la cabecera de la manifestación se detuvo delante de ellos mientras atendían a los clientes en las terrazas. «Hemos cerrado de once a una y ahora hemos vuelto a abrir. Es suficiente», decían desde detrás de la barra.

Algunas tiendas, bares y también unos pocos vendedores de cupones optaron por seguir trabajando y a más de uno, sobre todo, a los extranjeros sorprendidos por la huelga, les solucionaron el desayuno.

vmontero@lavozdigital.es

 
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