Jueves, 5 de abril de 2007
Registro Hemeroteca

en

JEREZ

Jerez
Unos 400 vecinos de El Mojo y Gallardo exigen mejoras a las administraciones
Cinco familias viven sin luz ni agua al ser excluidas por las instituciones públicas «En 25 años sólo han asfaltado una calle y puesto nueve farolas», denuncian
Unos 400 vecinos de El Mojo y Gallardo exigen mejoras a las administraciones
ASFALTO. Sólo existe en toda la zona una única vía asfaltada, aunque sin aceras. / TAMARA SÁNCHEZ
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

Al enumerar las carencias a las que tienen que hacer frente los vecinos de las barriadas rurales de El Mojo y Baldío de Gallardo se pone en evidencia que estas zonas han sido la más castigada por el olvido de las administraciones a lo largo de los años. Su situación geográfica (entre Jerez y Medina Sidonia) ha hecho que sean muchos los políticos que optaran por mirar hacía otro lado, obviando que desde hace más de un siglo existen unas 400 personas que habitan en estas barriadas totalmente abandonados.

«El principal problema que tienen tanto El Mojo como Baldío Gallardo es que son ilegales. Desde hace años los vecinos batallamos con la Junta de Andalucía para que se produzca la desafectación de la cañada que pasa por esta zona y se pueda iniciar todo el proceso de legalización. Entendemos que todo requiere un tiempo pero es incomprensible que unos barrios ya centenarios estén en una situación tan mala. De hecho, Cuartillos también es ilegal y no padece ni la mitad de las necesidades que nosotros», según explicó Susana Sánchez, la presidenta de la asociación de mujeres.

Y es que no existe ni asfaltado, ni acerado, ni alumbrado público -sólo hay nueve farolas en El Mojo-, los contenedores de basura se sitúan a kilómetro y medio cada uno, no llega el transporte público, no existe cartero destinado a ese área y un largo etcétera que pone en entredicho la gestión de las diferentes administraciones públicas en estas barriadas rurales. «Yo no sé quién tiene la culpa de que estemos así. Lo que sí sé es que en 25 años sólo han asfaltado una calle y sin acerado, han hecho un pequeño edificio donde está el centro de barrio, la guardería y la asociación de mujeres y han puesto nueve farolas en la misma vía», asegura Susana.

De hecho, la reparación de la corredera principal de El Mojo se realizó hace unos siete años «y para colmo la Junta multó al Ayuntamiento. Al ser esto una barriada ilegal el Consistorio no puede acometer obras y desde entonces nadie se ha atrevido a ejecutar mejoras». No obstante, sus vecinos sí han podido participar en las asambleas de Presupuestos Participativos donde se han aprobado partidas presupuestarias para la zona. «Llevamos desde 2004 esperando que se hagan esos arreglos, pero no llegan», se lamentan los vecinos.

Uno de «los lujos» de los que disponen los residentes en esta parte de la comarca es el agua corriente y la luz eléctrica. En concreto, el agua llegó a las casa hace menos de un año «a través de unas ayudas europeas». A pesar de ello, «aún existen cinco familias que no tienen nada de eso. Sus viviendas se encuentran situadas a 500 metros escasos de la última casa que tiene este servicio. A ellos se les ha excluido de las barriadas, las instituciones públicas dicen que no forman parte de El Mojo», explica la representante.

Entre esas cinco familias «hay una de ellas que tiene niños pequeños y a la que se les ha estropeado el generador de luz, que cuesta unos 1.200 euros. Aquí somos familias humildes, trabajadoras, que no podemos dejar nuestras casas ni pagar esas cantidades, por lo que nos vemos obligados a vivir con serias dificultades», insiste una de las vecinas de la zona.

Para los que el agua corriente es una realidad la vida en El Mojo y Baldío de Gallardo es «totalmente distinta. Ha supuesto un gran empujón para nosotros pero aún queda mucho camino que recorrer», sostiene Susana Sánchez.

Otro de los problemas derivados de la ilegalidad de las casas -a pesar de que éstas están inscritas y que los vecinos pagan sus correspondientes impuestos- es el no poder efectuar ningún tipo de obras en los inmuebles aunque «existen edificios apuntalados que necesitan de reparaciones urgentes». La demanda de promociones de viviendas para este área rural también existe, «pero sin una situación regulada la gente joven sólo puede irse».

Fracaso escolar, carencia de nuevas tecnologías o falta de asistencia médica son otras tres constantes de la zona. «No tenemos líneas telefónicas -funcionan a través de ondas- y no hay cartero. Así que cada 15 días el delegado de Alcaldía, Diego Sánchez, se desplaza hasta Jerez para poder coger la correspondencia y repartirla a los vecinos», afirma la presidenta de la asociación de mujeres.

Y muchos más problemas en un espacio donde tener un banco en la vía pública o, sencillamente, que se les escuche es todo un lujo que esperan con resignación.

braguilar@lavozdigital.es

 
Vocento

Contactar | Mapa web | Aviso legal | Política de privacidad

Canales RSS