La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía se convirtió ayer en el centro de todas las miradas, al convertirse en el obligado escenario de una de las grandes figuras del flamenco jerezano. Miguel Flores Quirós, el Capullo de Jerez, permanece bajo arresto en los calabozos de las instalaciones de la plaza del Arroyo como presunto autor de un delito de tentativa de homicidio, por amenazar con rociar de gasolina y quemar a una mujer en La Asunción.
La historia de cómo acabó detenido el Capullo de Jerez comenzó pasadas las once de la mañana en El Cazador, un conocido bar de La Asunción, su barrio de toda la vida. El artista estaba en el local tras una larga noche y se encontraba bajo los efectos del alcohol cuando, según su abogado, Pedro Pérez, comenzó una disputa con un individuo debido a «un problema familiar».
La discusión se convirtió en cruce de amenazas y en pelea y, en el mismo bar, el cantaor fue agredido y resultó herido. El letrado explicó que el Capullo tuvo que ser atendido en el Hospital con contusiones y cortes en la cara, producidos por los golpes que le propinó presuntamente el otro individuo, que al parecer pudo haber utilizado incluso un puño americano.
De vuelta a su casa, sobre las tres de la tarde, y a pesar de las recomendaciones de calma de su esposa y de su familia, el Capullo salió de nuevo y se dirigió a una gasolinera cercana. Según la información recabada por el abogado, el cantaor compró un pequeño bidón de gasolina y fue de nuevo a la barriada.
En la zona de Los Pinos encontró a una mujer con un carrito de bebé, que al parecer es de la familia del joven con el que comenzó la pelea en el bar El Cazador. Y allí mismo la amenazó con vaciarle encima el combustible y prenderle fuego, a ella y a su familia. El revuelo originado en mitad de la calle fue disuelto poco después al personarse de inmediato varios vehículos de la Policía Nacional, que trasladaron a las partes implicadas hasta la comisaría.
En la dependencias del Arroyo, miembros de las dos familias cruzaron denuncias, explica el abogado Pedro Pérez. El joven y familiares del joven que supuestamente propinó la paliza al Capullo quedaron denunciados por la agresión y las lesiones causadas al artista, y quedaron en libertad. En cambio, el cantaor fue denunciado por las amenazas contra la mujer y fue detenido por tentativa de homicidio, una acusación «exagerada» para el abogado.
No obstante, Pérez confía en que la imputación quede finalmente en amenazas, ya que «no hubo agresión, ni hay nadie herido». Hasta mañana lunes, el Capullo de Jerez permanece «tranquilo» en los calabozos de la Policía Nacional y, de hecho, el abogado aseguró que mantiene las actuaciones previstas para la próxima semana, empezando por la gala en Málaga el viernes que viene.
De todas formas, su esposa y demás familiares esperaron noticias hasta última hora de ayer, con preocupación, a las puertas de la comisaría. En La Asunción y alrededores, poca gente se animaba a comentar el altercado y la vida intentaba transcurrir con total normalidad.
