Se veía venir. Tras numerosos comentarios sobre el mal estado del coso de la calle Circo, la Junta de Andalucía confirmó ayer a LA VOZ que ha decretado la clausura de las instalaciones y que no se podrá celebrar en ellas ningún festejo ni espectáculo público mientras no se acometa una reforma integral de las mismas. Si a esto le sumamos que los magnates del ladrillo ya han puesto sus ojos en el suelo que ocupa este recinto pensando en futuras promociones inmobiliarias, sólo se puede pensar que el futuro de esta plaza con 110 años de historia es realmente incierto. La solución, no obstante, está en manos del empresario Pedro Balañá, y pasa por acometer cuanto antes las mejoras en las gradas y escaleras que exige el Gobierno autonómico y alejar a los fantasmas de la especulación de la plaza jerezana. Mientras tanto, el proyecto de la GMU de crear una galería comercial en los bajos del coso también planea por encima del albero de la calle Circo.