España y Marruecos reúnen desde ayer en Rabat a los representantes ministeriales de 57 países europeos y africanos, en la mayor cumbre gubernamental para estudiar la forma de poner coto a las avalanchas de inmigrantes irregulares desde el 'continente negro'.

La I Conferencia Euroafricana sobre Inmigración y Desarrollo, una idea personal del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, arranca con el objetivo de «hacer una gran llamada de atención en todo el mundo» ante los movimientos migratorios de los países más pobres, «un fenómeno que no ha hecho más que empezar y que será el gran reto del presente siglo XXI», según los responsables de la delegación española.