La voz Digital
Lunes, 10 de julio de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


CULTURA
B.B. KING MÚSICO
«El blues es eterno, jamás se extinguirá ¿acaso el ser humano dejará de amar?»
El mayor genio vivo de la guitarra de blues cierra esta noche en Barcelona una gira con la que se despide del público europeo tras cumplir 80 años de vida y 50 de carrera musical
«El blues es eterno, jamás se extinguirá ¿acaso el ser humano dejará de amar?»
MITO. B.B. King bromea con el público de Córdoba durante el concierto del pasado viernes. / R. MARCHANTE
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

Se va. Se marcha. Se despide. Sus manos grandotas se confabularán una vez más con su amada Lucille y con su pausada sonrisa para ofrecer esta noche en Barcelona su últimos conciertos en Europa. El profeta y rey del blues, el octogenario B.B. King, llega hoy a la capital catalana para agitar su memoria y ofrecer, junto a Keith Brown y una decena de músicos más, algunas de las composiciones con las que durante más de medio siglo ha asombrado al mundo.

-Llega con su caravana de blues con la que se está despidiendo del público tras cumplir 80 años y después de entregar más de medio siglo de vida a la música. ¿De verdad éste es el punto y final?

-No voy a hacer más giras europeas, sólo americanas. Quiero se-guir tocando, pero al mismo tiempo deseo reducir la cantidad de conciertos. Aunque nunca se sabe definitivamente si volveré. Creo que es un punto y aparte, y me estoy despidiendo del público por ello, pero nunca puedes decir con toda seguridad que es un punto y final.

-Lo de reducir conciertos después de haber batido el récord de 300 recitales al año debe haberle costado, teniendo en cuenta su adicción al trabajo y al blues...

-Hay muchas cosas más importantes que esas. Yo no miro atrás, siempre adelante. Quiero seguir aprendiendo, que para mí es muy importante. Soy un adicto porque no podría hacer otra cosa. No es sólo trabajo, también es un placer, por eso no me canso.

-¿Por qué disfruta haciendo lo que hace y de la forma en que lo hace?

-Disfruto de ello porque la música es parte fundamental de mi vida. Cada cual intenta encontrar su felicidad y yo soy feliz junto a mi Lucille.

-Por cierto, ¿por qué bautizó así a su guitarra?

-Fue a raíz de un concierto que ofrecí en una pequeña ciudad que se llama Twist, en Arkansas. Era invierno y para el frío utilizaban un cubo lleno de queroseno al que prendían fuego y ponían en medio de la pista de baile para que la gente bailara a su alrededor. Una no-che, un par de hombres se pelearon y cayeron sobre el cubo derramando el líquido y el fuego. Todos comenzaron a correr, yo también. Me dejé mi guitarra dentro, y cuando me di cuenta regresé a por ella. Todo estaba destrozado y no pude rescatarla. A la mañana siguiente nos enteramos de que los dos hombres discutían por una mujer que se llama Lucille y a la que nunca conocí. Le puse ese nombre para no dejar nunca más abandonada a mi guitarra.

-Vamos que, como los amores que matan, no sobreviviría sin ella...

-Te diré que mi guitarra es la me-jor compañía que tengo, me da esa felicidad diaria que necesito.

-En multitud de ocasiones ha dicho que el blues es sagrado. ¿Eso significa que no corre peligro de muerte aunque los jóvenes opten por otros estilos y en las emisoras americanas y europeas se prodigue poco?

-El blues es eterno, no hay peligro alguno de que se extinga. ¿Acaso el ser humano dejará de amar? Con el blues pasa lo mismo, es parte in-herente del ser humano. El blues es vida. Mientras tengamos gente, lugares y cosas, siempre tendremos blues. Cambiará la forma de escucharlo o interpretarlo porque cada generación es distinta, pero no morirá.

-¿Sabría citarme nombres de músicos actuales que pueden heredar el legado del blues?

-No diré nombres pero hay mu-chos buenos músicos de blues por todo el mundo. Para el blues sólo se necesita aprendizaje, práctica y corazón. Si trabajas esas cualidades, se puede llegar a ser un gran músico de blues.

-Ya, pero algo más le haría falta a usted para salir de la miseria en la que vivió de pequeño y acabar convertido en uno de los mejores músicos del mundo, grabar más de un centenar de álbumes, ganar nueve Grammy y tocar con glorias como Eric Clapton, Van Morrison o The Rolling Stones...

-Algo de suerte y los ingredientes que ya te he comentado: aprendizaje, corazón y práctica. Si haces lo que te gusta y luchas por hacerlo lo mejor que sabes... los éxitos llegan solos. Es cierto que viví en la pobreza pero ha cambiado todo mucho. Fíjate que mi primera guitarra la compré por 15 dólares cuando cobraba 22 al mes. Fue una infancia dura, pero tengo muy buenos recuerdos. La pobreza también deja huecos para la felicidad.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento