Muy emotiva, comentaban los romeros jerezanos, la Eucaristía que tuvieron en la noche del Cancelin, conjuntamente con las Hermandades de Chiclana, El Puerto, y Cádiz. El celebrante, el padre Martín Alexis, director espiritual de Jerez, que dedicó la homilía por completo a la hermandad gaditana, por motivo del veinticinco aniversario de su fundación, algo que los gaditanos interpretaron como un gran detalle. A las nueve de la mañana de ayer la Real Hermandad de Jerez partió desde el Cancelin donde había pernoctado, rumbo al cortafuego del Cerro de los Ánsares donde se dispuso el rezo del Ángelus. Hubo momentos en que se temió durante el transcurso del camino que fuera a llover, pero se levantaron las nubes y con el vientecillo de levante volvió a lucir el sol que garantizaba el buen tiempo para el resto del día.

Una vez en el Cortafuego del Cerro de los Ánsares, ya sola la Hermandad de Jerez, el padre Alexis efectuó el rezo del Ángelus, en el que nuevamente hizo alusión al Simpecado, como va siendo norma, por su ultimo regreso desde la Aldea del Rocío. Cabe destacar que esta vez han sido bastante menores los problemas de atascos en las arenas que los que se tuvieron en la ida, y las bestias están respondiendo muy bien para cumplir con los horarios que la Hermandad tiene establecidos. Hasta la carreta de los problemas como ya se le conoce, solventó la situación, ya que le trajeron una rueda desde Sanlucar y acabó sincronizada con el resto de carretas.

Todo prosiguió con gran normalidad y para el almuerzo, se dispuso el rengue a la salida del Cerro del Trigo. El cansancio se acumulaba y se notaba en las caras de los romeros. Como en la ida, el Simpecado tuvo la escolta fiel de Javier Escobar y los peregrinos que hacen el camino a pie.

El Padre Alexis hizo la vuelta en las carretas, para inculcarles ese espíritu rociero que él, en el transcurso de los siete años que lleva entre nosotros, ha adquirido por el convencimiento propio basado en la fe a la Virgen.

Pendientes

También el flamante pregonero de este año, José Mari Núñez, lo hizo en su carro del Pastorcito Divino, siempre rodeado de su gente. Ni en el camino te han dejado, eso te lo ganaste a pulso el día del Pregón, ese día en el que tanto nos deslumbraste por tu sentir y por el camino de ensueño que nos regalaste. Todos los miembros de la Junta de Gobierno con su hermano mayor al frente, estuvieron en sus puestos pendientes de todos los detalles para que nada quedara a la improvisación. Eran sabedores de que el final ya estaba cerca y querían que todo saliera bien para entrar en Jerez con todos los efectivos sin que faltara ninguno.

Sobre las cinco y media de la tarde se levantó el rengue y se puso rumbo a Marismillas para hacer la ultima acampada y establecerse para el descanso merecido. La mejor noticia del día de ayer es que no hubo noticias. Acampados en Marismillas se preparó todo para los últimos rezos en El Coto y allí tuvo lugar el ultimo homenaje a nuestro Simpecado, que seguro que le habló al Coto y le comunicó que ya no volverán a verlo más por aquellos parajes. Seguro que los pinos, las arenas y toda la flora y la fauna del Coto lloró por la despedida de huésped tan importante.

Todos, después de nuevos cantos y más de mil suspiros, se entregaron al descanso par recibir al ultimo día de la Romería de este año 2006, que abre las puertas de la celebración del setenta y cinco aniversario de la fundación de la Real Hermandad de Jerez. La Hermandad pretende que el embarque se realice sobre las once de la mañana de hoy, puesto que se quiere rezar el Ángelus en La Capilla de la Virgen del Carmen de Bajo de Guía, si todo transcurre con normalidad. Seguro que ya a esa hora se habrán incorporado muchos jerezanos ansiosos por estar con los romeros y vivir los últimos momentos de este camino entrando jubilosos en nuestra ciudad.

Día grande

Hoy día grande por la entrada en Jerez de la Hermandad, se harán las paradas estipuladas en los sitios tradicionales y esperemos que el pueblo entero de Jerez se vuelque este año mas que nunca para rendir el homenaje justo y merecido a nuestro Simpecado, y no se olvide de las flores que bien se las merece aquel que durante cuarenta y cinco años ha sido el santo y seña en nuestros caminos, el que ha recibido todas las plegarias, los rezos, los cantos y un sin fin de peticiones, las más seguro que se habrán cumplido, y otras que quedaran impregnadas en su terciopelo morado esperando que se puedan cumplir. Esta tarde la Alameda Cristina volverá a convertirse en la Plaza Real del Rocío para recibir al Simpecado y a todos los romeros jerezanos.