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Lunes, 3 de julio de 2006
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ESPAÑA
trágico accidente en el metro de valencia
Hace un año se produjo un accidente similar en la línea 1 con una treintena de heridos
El 9 de septiembre de 2005, en la localidad de Picanya, tres convoys de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) colisionaron entre sí
La línea 1 de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), la misma en la que hoy se ha registrado un descarrilamiento con 34 víctimas mortales y una veintena de heridos en la ciudad de Valencia, ya sufrió un accidente el 9 de septiembre del año pasado en la localidad de Picanya (Valencia), que causó un herido grave y otros 34 heridos de diversa consideración.
La directora gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Marisa Gracia, atribuyó cuatro días después el siniestro de Picanya a un "cúmulo de circunstancias", entre los que destacó, como resultado de las investigaciones realizadas por el Comité de Seguridad en Circulación, un "exceso de confianza" de los maquinistas; la ubicación de la señal, situada a la salida de una curva y la posición del sol, que pudo limitar la visibilidad de los conductores. El siniestro, en el que se vieron implicados tres convoyes de la línea 1, no se debió a "errores técnicos o humanos", ya que, según subrayó entonces la directora gerente de FGV, los sistemas de seguridad "funcionaron correctamente", sino a "un cúmulo de circunstancias", que consideró "insólito en la historia de FGV".
Gracia manifestó entre los motivos del siniestro la posibilidad de que los maquinistas "no tuvieran tiempo para reaccionar porque la señalización se encontraba a la salida de una curva", su "posible exceso de confianza" que no se detuvieran ante la señalización en rojo, que se activó debido a que había un tren detenido por avería en la estación de Picanya, con un retraso acumulado de 10 minutos, lo que provocó una "acumulación de trenes" en la vía. La directora gerente de FGV destacó entonces que los sistemas de seguridad -señalización y Frenado Automático Puntual (FAP), que se activa cuando los trenes rebasan una señal en rojo- "funcionaron bien" y estuvieron "a la altura de los sistemas de seguridad internacional.
Según dijo, los dos primeros trenes rebasaron la señalización y fueron detenidos por el segundo sistema de seguridad, el FAP, que ocasionó la "leve colisión" del primer tren por alcance. En el momento del impacto, el tercer tren ya había dejado atrás la señalización que le indicaba detenerse, por lo que el impacto fue mayor ya que no tenía espacio de frenado suficiente. FGV declaró que la actuación de mando ante estas colisiones, que se produjeron en menos de cuatro minutos, fue "correcta", aunque el tercer tren que colisionó no recibió ningún aviso del puesto de mando, por circular en el mismo sentido que los dos colisionados.
A consecuencia del accidente, resultó herido grave el conductor de uno de los trenes, que fue trasladado al hospital La Fe de Valencia, centro en el que también ingresó una mujer de 60 años con traumatismo facial grave y una mujer embarazada que sufrió una contusión abdominal leve. Otro herido fue trasladado desde el lugar del siniestro al hospital General de Valencia por una lesión cervical leve y otra persona fue ingresada en el hospital Clínico con una fractura en una pierna. En el mismo lugar del accidente se estableció un hospital de campaña, donde fueron atendidas 37 personas, de las que 29 fueron trasladadas al centro de salud, situado entre Paiporta y Picanya.
La Generalitat Valenciana trasladó hasta el lugar del siniestro unidades del Servicio de Atención Médica Urgente, así como de unidades de Soporte Vital Básico y un helicóptero medicalizado.



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