Por fin una de cara para los afamados caldos jerezanos y las bodegas que los elaboran. Ante otra cruz, la posible OCM del Vino que prepara la señora Fischer desde Bruselas y que ha puesto en alerta a todos los implicados, el Gobierno, a través del Ministerio de Economía y hacienda, ha reconocido la singularidad del sistema de crianza biológica del jerez, con lo cual se pone punto y final a un litigio que duraba años, la de abonar el pago de los impuestos por el alcohol que se perdía en el transcurso de la elaboración de los caldos. Este hecho ahorrará a las bodegas una gran cantidad de dinero, pero lo más importante es que la más alta Administración contempla las tesis de los bodegueros y las acepta. Por eso, ante un nuevo agravio europeo a uno de los mayores tesoros de nuestro Marco, el Brandy, el Gobierno deberá actuar de forma firme y convencer a la comisaria austriaca de su gran equivocación al respecto.