Hace algo más de dos semanas, poco antes del día del Medio Ambiente, tras solicitar permiso, estuve recorriendo el valle del río Guadalmesí en el Parque de los Alcornocales, en el Campo de Gibraltar.
Este valle era famosos ya en tiempos del rey Alfonso X quien, en su libro de las monterías, decía que «Guadalmesí es un buen monte de osos et puercos en todo tiempo, et en verano porque hay buena agua». Esconde en el nacimiento del río un bosque insólito, una imagen típica de lauvisilva canaria con una mancha de quercus canariensis de las mayores de la península Ibérica, rhododendro porticum var baeticum reliquia, anterior a la glaciación...
Pues bien, cual fue mi sorpresa al contemplar el camino para vehículos que llevaba al nacimiento, en algunas zonas asfaltado, además de la multitud de antenas de todo tipo: eléctrica, de telefonía, televisión..., el Parque Eólico Monte Ahumada y (con ello me quedé anonadado) los campos secos, los pozos con agua quieta. ¿El agua del río Guadalmesí enlatada, con sus tapas de registro, sus alcantarillas..! Todo ello dentro del Parque Natural de los Alcornocales.
Con todo esto, yo me pregunto, ¿qué protección da el concepto administrativo de Parque Natural cuándo hasta se le arrebata el agua? Con este hecho se pone en peligro formaciones forestales únicas que son verdaderas reliquias del pasado. La Junta de Andalucía como gestor del Parque Natural de los Alcornocales debería explicar ¿¿cómo es posible que se esté llevando a cabo este ataque frontal a un medio natural de estas características que lo hacen ser único?!
Francisco Manuel Padilla. Jerez