El copresidente francés de EADS, Noel Forgeard, se defendió ayer vigorosamente, mientras arrecia la polémica originada tras la revelación de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia sobre la venta de acciones del grupo europeo de aeronáutica y defensa tres meses antes de que el anuncio de retrasos en la producción del avión A380 de Airbus causara su desplome bursátil.

Dos días después de que EADS perdiera más de la cuarta parte de su valor en Bolsa, Forgeard declaró en la emisora Europe 1 que, cuando vendió ese paquete de opciones sobre acciones y decenas de miles de títulos de tres de sus hijos el pasado marzo, desconocía los retrasos en las entregas del avión gigante de Airbus.

Afirmó «categóricamente» que «no tenía información privilegiada» y aseguró que, de haberla tenido, no habría vendido su paquete de opciones, que le generó plusvalías de 2,5 millones de euros. «No estábamos al tanto, ni los accionistas, ni los directivos de EADS», dijo.