Polifacético es la palabra que mejor define a Javier Coronas (Barcelona, 1969). Además de radio y tele, el humorista ha hecho ya sus pinitos literarios junto a su amigo José Antonio Videgain, en el libro 'No me cuentes cuentos'. Tanto le ha gustado la experiencia que no descarta volver a escribir. «Ideas no faltan y con los años las cabezas no se arreglan, van a peor», sostiene. Tan simpático ante las cámaras como detrás de ellas, Coronas reflexiona sobre su nuevo papel en el espacio satírico sobre el mundo del corazón que conduce Nuria Roca en Cuatro.

-Sea sincero. ¿Pensó alguna vez que acabaría haciendo información rosa?

-No considero que haga un programa del corazón, más bien lo deshago. Información no damos, lo que hacemos es deformar la realidad.

-Ironizan sobre personajes famosos. ¿Quiénes le hacen más gracia?

-Graciosos hay muchos, lo que pasa es que cada uno es de su padre y de su madre. Llama la atención las cosas que hacen personajes como Angelina Jolie; llevan una vida muy complicada. ¿Con lo sencilla que es!

-Usted también es popular. ¿No le incordia la gente a veces?

-Me respetan bastante. Se vivía mejor de incógnito, pero la popularidad va en el precio. Igual que cuando compras una chuleta de carne y te pesan el hueso. Si no quieres que te lo cobren compra salchichas, no chuletas. Es buen ejemplo, ¿eh?

-Bueno

-Sí, sí, me acabo de dar cuenta de que es un ejemplo cojonudo.

-¿Cuándo decidió dedicarse al humor profesionalmente?

-Decidí que me quería dedicar a la radio y pero me dí cuenta de que no me salía nada en serio. Todo lo que hacía carecía de credibilidad y de normalidad.

-Vamos, que no se veía en un informativo.

-¿Claro que no! Lo cierto es que lo mío es la distorsión. Me ha parecido siempre muy fácil hacer las cosas mal y eso parece que puede hacer algo de gracia. Pero no he pretendido nunca ser gracioso.

Punto positivo

-¿No me diga que le sale natural!

-No sé si es eso o que estaba mal de la cabeza desde un principio. Me considero irresponsable. Y dentro de la irresponsabilidad entra el decir cosas en el momento que no hay que decirlas o sacar punta de cosas a las que la gente normalmente no saca nada. Me gusta ver la vida con alegría. Soy optimista, alegre y diáfano ¿y heterosexual!

-Confiese. ¿Le resulta fácil estar de buen humor?

-Sí. Es básico. Si no, es muy difícil hacer reír. No hay un humorista serio. Te puede gustar más o menos, pero en la vida real será un cachondo por norma.

-Su trabajo es hacer reír a la gente ¿A usted qué le hace gracia?

-La risa está en el día a día, en la calle, en la gente que te rodea... Sólo hay que mirar un poco más allá. No tomarse tan en serio las cosas.

-Tuvo su propio espacio de humor, '+ te vale XXL', con todos los personajes que elegía... ¿Querría que le volviesen a ofrecer algo así?

-Me encantaría. Eso es lo que me gusta hacer a mí, '+ te vale XXL' fue lo más parecido a lo que yo quiero hacer. ¿A ver si en Cuatro leen esta entrevista!