La voz Digital
Domingo, 4 de junio de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


CULTURA
EL RETABLO
Señora...
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

Comprendo que en es-tos días y los venideros se está produciendo una especie de saturación periodística sobre el tristísimo y anunciado fallecimiento de nuestra Rocío Jurado. Aunque algunos tratamientos informativos han rozado la más vil expresión del ser humano. Eriza el vello tan sólo pensar que varias cadenas televisivas han intentado hacer una carrera de obstáculos para ver cual de ellas retransmitía en directo la muerte de un ser humano y, de paso, cebarse con una fa-milia que se agarraba a la es-peranza como último recurso. Yo no imaginaba que la pérdida de valores humanos pu-diera llegar a estos niveles. Pero, seamos sinceros y dejemos de jugar a esta doble mo-ral que nos hace afirmar en las encuestas que vemos el documental de La 2 o Cinemanía Clásico, cuando los programas del hígado están ba-tiendo, día tras día, récords de audiencia, gracias al morbo. Todos somos parte del share, todos somos parte de esta ba-sura que ya no respeta a vivos, ni siquiera a muertos, como tampoco a enfermos terminales. Existen esos programas porque se ven más que ningún otro. Y ese es el verdadero problema de fondo.

Una señora como Rocío Ju-rado no se merecía esa campaña mediática que ha dejado en la mera discusión de un bar a mediodía, el mismo de-bate sobre el Estado de Na-ción, o lo que va a quedar de ella. Una vez llegada desde Houston, parecía que esos cientos de cámaras y paparazzi eran verdaderas aves carroñeras. Fíjense bien un detalle: las preguntas desde los platós a los corresponsales iban dirigidas a comprobar si la artista había muerto ya o no. Y yo no encuentro palabras en el diccionario para definir esto.

De verdad, ¿hasta dónde vamos a llegar?, ¿Dónde está el progreso y avance de las sociedades? ¿Sirven los avances técnicos como los satélites o internet para seguir más de cerca la muerte de una persona?, ¿Dónde están los principios básicos de respeto que los seres humanos se merecen?. A veces, miro a mis so-brinas Ana y Lucía y me siento desilusionado por el mundo que se van a encontrar.

Y ahora se preguntarán ustedes, qué hago yo hablando de estas cosas en una página de flamenco. Sencillamente, porque esa cacería no se la merecía toda una señora del cante y la copla. Una señora como Rocío, no, cabrones.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento