La Hermandad del Rocío de Jerez inició ayer la segunda etapa de su peregrinación a la aldea almonteña después de pasar la noche junto al Palacio de Marismilla. Allí llegaron los romeros jerezanos después del embarque y tras cruzar el Río Guadalquivir y llegar a Malandar.

La noche fue húmeda y con temperaturas agradables que hicieron más fácil el primer descanso, y la mañana se levantó con el rezo del Rosario ante los pies de la carreta del Simpecado.

Fue una noche tranquila que transcurrió sin incidentes y en la que destacó, entre el grupo de romeros, la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que vestida de flamenca pasó la noche en un todoterreno. Y así pasaron las horas de la primera noche del camino, entre cantos y sevillanas ante el Simpecado.

El campamento despertó a primeras horas de la mañana, y a partir de las 10.30 dio comienzo la eucaristía junto a los Simpecados de la Hermandad de Jerez y de El Puerto de Santa María. La ceremonia estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Jerez, Juan del Río, que en su predicación al inicio de la eucaristía presentó las intenciones por la recién fallecida Rocío Jurado, defensora de las convicciones cristianas y que es además oriunda de la Diócesis de Jerez en la que se enmarca la localidad de Chipiona.

El Obispo Juan del Río también recordó a un hermano muy querido en la Hermandad de El Puerto de Santa María, al que llamó simplemente José Antonio, y también dedicó sus intenciones a todos los romeros que iniciaron su camino con Jerez.

Al inicio de la eucaristía el coro Al Alba entonó la sevillana Y volvió a los siete días, mientras que muchos rocieros conocidos rodeaban al Simpecado. Entre ellos Álvaro Domecq, Francisco Bernal, Reyes Domecq –camarera de camino–, Juan Corbacho, Pedro Sánchez y Orlando Lucena. Sin olvidar a los miembros de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías de Jerez, como Joaquín Perea y Francisco León, o a los del antiguo secretariado diocesano de Hermandades y Cofradías como Juan Cervilla y Juan Román. Además, en nuestra memoria estuvo el siempre recordado Francisco Carrasco, que desde lo más alto de las marismas almonteñas y acompañado de la Virgen del Rocío se hizo presente entre todos los presentes.

El coro cantó en el ofertorio Romero y amapolas, tras lo cual el Obispo Juan del Río consagró el Santísimo Sacramento con los directores espirituales de las Hermandades de Jerez y El Puerto de Santa María, Fray Martín Alexis Gaspar González y Guillermo Camacho Negreira, y otros sacerdotes, acompañados de muchos romeros que participaron en la eucaristía.

Al finalizar la ceremonia religiosa, el Obispo se felicitó del gran número de rocieros que habían participado en ella y que «vivían el verdadero Rocío, que sentían a la Virgen y que van con esperanza ante los pies de la Blanca Paloma». Juan del Río también tuvo palabras de agradecimiento para los medios de comunicación, para los sacerdotes y para todos los que en general viven El Rocío.

Alrededor de las 12 horas se levantó el campamento de la Hermandad de Jerez en Marismillas, poco después de rezar el Ángelus. Para iniciar de nuevo el camino en su segundo día de peregrinación, los romeros jerezanos esperaron a que la Hermandad de El Puerto de Santa María partiera camino de Carbonera, y entre las salidas de una y otra transcurrió un periodo de aproximadamente unas dos horas.

Empezó así un camino que se volvió complicado por el mal estado de las arenas –muy blandas y finas por la falta de lluvias– del Coto, que provocó que muchas carretas, coches e incluso tractores se atascaran y que se avanzara muy lentamente en dirección a Carbonera, donde la Hermandad pernoctó anoche.

El resto de la jornada se desarrolló con normalidad y siguieron estando muy presentes los atascos de los vehículos que acompañaron a la Hermandad.

En la jornada de ayer, se pudieron vivir momentos muy intensos cuando tanto las carretas como el Simpecado subieron en el Cerro del Trigo donde, como dicen algunos miembros de la peña La Fuentecilla, empieza a estar más cerca la Blanca Paloma.

A los peregrinos de la Hermandad se les hicieron complicados los últimos tramos de esta jornada, sobre todo por el intenso viento que tuvieron que soportar durante toda la jornada, aunque el sol los respetó hasta casi la última hora de la tarde.

También se vivieron unos momentos algo más problemáticos cuando a la salida de Marismillas un caballo se desbocó y tiró al jinete al suelo.

Al igual que la bestia de un charret que también se desbocó y sembró la incertidumbre entre algunos romeros.

Además, hubo un pequeño incendio cerca de la zona por donde pasaba la Hermandad de Jerez, el cual fue sofocado por el equipo de emergencia del Coto de Doñana.

Aproximadamente a las 21.30 horas de la noche llegó el Simpecado de la Hermandad de Jerez a Carbonera.

Después de pernoctar anoche, la Hermandad volverá a iniciar el camino hacia la aldea de Almonte. Eso sí, pasando por los parajes quizás más bellos del Coto de Doñana, donde celebrará la eucatistía en el mismo Cerro de los Ánsares.