El Ejecutivo de Evo Morales no iniciará de momento las conversaciones con las empresas extranjeras nacionalizadas. La negociación entre el Gobierno de Bolivia y las petroleras para la firma de nuevos contratos se aplazará tres meses, hasta la finalización de una auditoría de la inversión efectuada por las compañías, según anunció ayer el ministro boliviano de Hidrocarburos, Andrés Soliz. «Estamos hablando de tres meses hasta contar con el resultado del estudio, para tener los otros tres (meses) destinados a la negociación de los contratos», precisó el ministro en una rueda de prensa en La Paz.

El Ejecutivo boliviano decretó el pasado 1 de mayo la nacionalización de los hidrocarburos y concedió un plazo de seis meses a las multinacionales con inversiones en el sector para adecuar sus contratos a las nuevas reglas de juego.

Tras la incertidumbre inicial, la nacionalización ha dado paso a los primeros contactos entre las autoridades bolivianas y las multinacionales Repsol YPF, de capital hispano-argentino, y Petrobras, de Brasil. Sin embargo, hasta ahora no se conocen avances en ese proceso, en el que los gobiernos de Madrid y de Brasilia han ofrecido sus buenos oficios para llegar a una solución que beneficie a ambas partes.

Soliz indicó que la revisión de la gestión económica de estas firmas será realizada directamente por el Ministerio de Hidrocarburos. Según el ministro, la decisión se debe a las discrepancias entre el Ejecutivo y las compañías afectadas sobre la inversión que realizaron desde que tomaron control de los campos bolivianos, en la década pasada. Remarcó que la decisión también obedece a la necesidad de aclarar con precisión el gasto efectuado en el desarrollo de los pozos, porque las multinacionales presentan cifras que el Ejecutivo de La Paz no comparte.

Respuesta al FMI

El mismo ministro respondió ayer a las sugerencias del FMI y rechazó de plano la recomendación del Fondo Monetario Internacional de negociar una compensación con las petroleras afectadas por el plan de nacionalización de recursos al asegurar que las conversaciones están en marcha.

Soliz Rada señaló que no cabe ningún tipo de indemnización a las petroleras y que el organismo internacional desconoce las «formas de negociación» iniciadas. Junto a esto, lamentó que el Fondo tenga una «forma muy colonizada de tratar al país», según publica 'El Diario' de Bolivia.