Continúa el capítulo de despedidas. Suárez no es el único. Iván Ania y Nenad Mirosavljevic serán los próximos en salir si bien aún no han encontrado equipo. En el caso del asturiano, el club señala que «dependerá de lo que diga el entrenador que esté en el Cádiz la próxima temporada». Sin embargo, él está convencido de que su salida no tiene marcha atrás. «Me han dicho que no llevarían a cabo mi renovación. Buscarán a gente en el mercado y, si no encuentran a nadie, pues a lo mejor se quedan conmigo. Pero en principio no».

El zurdo se lo imaginaba «pues no he tenido noticias en toda la campaña. Es una pena porque estoy muy a gusto». La justificación es bastante clara. «He tenido mala suerte con las lesiones, que han impedido que el año que viene no pueda jugar aquí. No sé si hubiera llegado a los partidos suficientes para renovar, pero habría contado con más minutos».

Un recuerdo positivo

Aún así, declara que «el recuerdo, aunque deportivamente no fue positivo ni individual ni colectivamente, para mí es positivo haber pasado por este club y disfrutado de esta ciudad y esta afición. Me ha sorprendido gratamente. Lo más negativo ha sido la falta de continuidad por las lesiones». Por ello, «me gustaría quedarme. Todos somos partícipes del descenso y tenemos que sacar al equipo de ahí». La clave para el año que viene «es tener los resultados a favor desde el principio».

Por su parte, a Mirosavljevic ya le han colgado el cartel de transferible. Pese a su aceptable temporada (sesgada también por las lesiones), no le ayuda en absoluto su condición de extracomunitario y la reducción a dos plazas en Segunda. El serbio ya estuvo a punto de salir el verano pasado e incluso en Navidad, pero al final se quedó en el Cádiz.

Ahora maneja varias ofertas de equipos extranjeros que no terminan de concretarse. En principio, su futuro apunta al fútbol turco, y ya sonó el nombre del Kayserispor al que se le une el del Trabzonspor.

Esta semana podría cerrarse la contratación del delantero, que siempre ha mantenido la esperanza de quedarse en la Tacita.