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Lunes, 8 de mayo de 2006
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La letra es el espejo del alma
La grafología permite conocer muchos aspectos de la personalidad. Sus aplicaciones van desde las investigaciones policiales y judiciales a procesos de selección laboral
La letra es el espejo del alma
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GRUPOS DE ESTUDIO
Espacio del escrito: Es lo más inconsciente en la escritura y representa el espacio vital.

Trazo: Va a estar dividido por la presión, y dentro de este parámetro hay aspectos como la tensión, el apoyo, la textura, la condición,... Nos marca la energía activa y pasiva de la persona.

La forma de la letra: Es lo más consciente. En ella van a estar todas las huellas de la construcción de la personalidad.

Movimiento: Indica la fuerza motivadora de la persona a la que se analiza.

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El refrán dice: «Dime con quién andas y te diré quién eres». Sin embargo, esta frase puede convertirse en «Enséñame cómo escribes y te diré quién eres». La escritura es el espejo del alma y la grafología nos hace estar desnudos ante el papel, donde es imposible esconder cómo es nuestra verdadera personalidad.

La grafología es una disciplina que siempre ha estado rodeada de cierto halo de misterio. Pero nada está más alejado de la realidad. «La grafología no está considerada como una ciencia, pero sí como técnica científica», recalca el fundador de la Sociedad Española de Grafología, Mauricio Xandró. Aunque su compañero Francisco Viñals, presidente de la Asociación de Grafoanalistas Consultivos, afirma que sí es una ciencia, pero por el momento auxiliar, de ahí su reconocimiento en ámbitos universitarios. No en vano, esta disciplina sigue distintas metodologías científicas.

El porcentaje de acierto se sitúa en torno al 80 por ciento, llegando en algunos casos incluso al 90 por ciento. «Son cifras muy elevadas para algo tan complejo como es la personalidad», explica Juan José Martos, fundador de Grafoselec, empresa malagueña que realiza todo tipo de análisis de la caligrafía, además de aconsejar a las empresas en procesos de selección de personal.

Y es que las aplicaciones de la grafología son cada vez más numerosas. Aunque la primera que viene a la mente es la ayuda que proporciona en diversos casos policiales y judiciales. Sin embargo, su campo es cada vez más amplio. «La grafología es todavía un bebé, aún le queda mucho por desarrollar», puntualiza Juan José Martos.

Múltiples aplicaciones

Junto con las conocidas aplicaciones policiales, la grafología puede ayudar en Sociología, Historia, Psicología Infantil... Incluso en Medicina, con su variante denominada grafología psicosomática, que permite hacer diagnósticos presuntivos, sobre todo en psicología y psicopedagogía. De hecho, Xandró colaboró durante años con un psiquiatra en la evaluación de pacientes. «En estos casos se utiliza como un instrumento más, una herramienta complementaria en distintas profesiones», revela el profesor Viñals.

En los últimos años se ha producido un boom de la grafología aplicada a los procesos de selección de personal. Ya no es extraño que en los anuncios se incluya como requisito el envío de una carta manuscrita, una tendencia en la que las empresas francesas fueron las pioneras. «Hoy en día hay un 80 por ciento de uso de esta disciplina en los procesos de selección de los distintos departamentos y empresas de recursos humanos», desvela un informe del profesor Viñals.

Unas quince líneas en un folio en blanco son suficientes para realizar una aproximación a la personalidad del individuo. Siempre se prefiere un bolígrafo o pluma al lápiz. «Aunque valdría cualquier escrito que se haya hecho con la mano, ya sea en bolígrafo, pluma, tiza o espray», detalla Xandró. Para un análisis más fiable es mejor contar con escritos de distintos años. Hay que tener en cuenta que el estado de ánimo también incide en la escritura, pero los rasgos básicos persisten en la caligrafía, de ahí la necesidad de un estudio en el tiempo.

La firma es un complemento importantísimo y siempre que sea posible, debe analizarse, ya que es como un resumen de la persona. «El texto es como un yo social y la firma es el yo íntimo», matiza el doctor Xandró. Pese a todos los documentos, nunca hay que perder de vista la persona que escribe y la situación en la que lo hace a la hora de realizar un análisis grafológico, según recuerdan los especialistas.

Múltiples variables

A la hora de enfrentarse a un estudio de este tipo, lo primero es conocer cómo se ha usado el papel, que simboliza el tiempo y espacio. Tras ello se analiza en profundidad la morfología de la caligrafía, con variantes como es el tamaño, la forma, la inclinación... El análisis es un compendio de todo, porque se pueden estudiar más de 200 variables distintas. Sin embargo, hay distintas escuelas, como es el caso de la francesa, italiana y alemana. «Estas metodologías son complementarias, por lo que en un análisis se pueden usar todas de forma complementaria», recuerda Viñals.

«Hay parámetros claros que se aprecian directamente, como es el espacio entre líneas, donde se aprecia la relación con los clientes, y el espacio entre palabras, que muestra la relación con los compañeros de trabajo y colegas. Otro ejemplo es el margen izquierdo, que representa la independencia de la persona, el respeto, los modales...», resume Juan José Martos.

A veces, las personas no están de acuerdo con ciertos detalles de sus análisis. Les puede parecer incluso raro encontrarse con ciertas descripciones de su personales. Lejos del margen de error, la grafología también puede poner de manifiesto comportamientos o características personales que aún no se han desarrollado, como señala Martos .«Sin embargo, en estas tendencias hay que ser muy cautos a la hora de comentárselas al interesado, sobre todo si son negativas», enfatiza Viñals. Y es que la caligrafía es el espejo de la personalidad y de mucho más.

MÁS INFORMACIÓN I www.grafoselec.com



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