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Lunes, 8 de mayo de 2006
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ESPAÑA
durante el «macrojuicio» en la audiencia nacional
Soares Gamboa declara en el «macrojuicio» que ETA y KAS «siempre han sido lo mismo»
Los ex dirigentes de ETA José María Arregi Erostarbe, alias 'Fiti', y Francisco Mujika Garmendia, 'Pakito', dicen que son independientes
El etarra "arrepentido" Juan Manuel Soares Gamboa, que abandonó la organización terrorista en 1995, ha asegurado hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a 53 presuntos miembros de organizaciones del entorno de la banda, que ETA y (Koordinadora Sozialista Abertzale) KAS "siempre han sido lo mismo".
Sin embargo, el ex dirigente y responsable de logística de ETA José María Arregi Erostarbe, alias Fiti, ha dicho "que toda la información" que tiene de KAS la ha recibido "a través de los medios de comunicación" como "cualquier ciudadano vasco", y que la banda terrorista no recibía información "cualificada" de KAS ni aportaciones ideológicas, y que tanto KAS como ETA eran organizaciones "independientes y autónomas". "Ni KAS ordenaba a ETA, ni ETA ordenaba a KAS".
Por su parte, Arregi Erostarbe también rechazó la tesis del fiscal de que ETA tenía "comisarios políticos" en otras organizaciones de la izquierda abertzale, en las que sus militantes actuaban de acuerdo con la "teoría del desdoblamiento": "ETA nunca se ha desdoblado en otras organizaciones. El único desdoblamiento de la banda fue con ETA Político-Militar", sostuvo. La organización, reiteró, "no necesitaba a KAS ni a ninguna otra organización". En una breve declaración, el ex dirigente etarra Jesús Arcauz Arana, alias Josu de Mondragón, se ha sumado a esta tesis y ha asegurado que estaba "absolutamente prohibido" pertenecer a organizaciones como KAS.
A su vez, el ex dirigente etarra Francisco Mujika Garmendia, "Pakito", uno de los tres miembros de la cúpula de la banda desarticulada en la localidad vascofrancesa de Bidart en 1992, ha mantenido también que "KAS no es ETA" y que ambas organizaciones son "absolutamente independientes" la una de la otra. Tras decir que KAS no es ETA, Mujika Garmendia añadió que "KAS no aportaba directamente nada a los análisis de coyuntura de ETA ni recibía órdenes" de la organización terrorista. "ETA tiene sus comandos, su aparato de información y su aparato político, que es un aparato muy reducido, igual de dos o tres personas, porque el grueso de ETA es su aparato militar", dijo "Pakito", que insistió varias veces en que la banda terrorista y KAS "son organizaciones absolutamente independientes".
Este testigo también negó que ETA influyera en la elección del director de Egin o que se financiara a través de la trama de empresas relacionada con el periódico -dijo que el dinero de la banda procedía "de los secuestros"- y aseguró que la violencia callejera es "algo espontáneo" y no propiciado por la organización terrorista. Además, señaló que la banda mantenía el contacto con sus militantes deportados directamente a través de su aparato internacional, dependiente del aparato político, sin recurrir a otro tipo de organizaciones, y que no hay control de KAS-EKIN sobre los presos de la banda.
KAS "englobaba a todas las organizaciones de la izquierda abertzale"
Soares Gamboa, con cuya declaración ha dado comienzo la fase testifical del proceso, ha afirmado a preguntas del fiscal y de la acusación popular que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que KAS "englobaba a todas las organizaciones de la izquierda abertzale", entre las que ha citado a HASI, Herri Batasuna (HB), Jarrai y "la propia ETA". Según el testigo, la misión de KAS era "coordinar todos los esfuerzos y acciones de ETA, HASI y HB" e "imponer la ideología", pero la toma de decisiones correspondía a la banda terrorista. Soares, que ingresó en ETA en 1979 y formó parte de varios comandos de la banda, fue enviado a Argelia en 1986 y, tres años después, deportado a la República Dominicana junto a otros militantes de la organización como Eugenio Etxebeste, Antxon. En 1995, Soares pidió su reinserción y renunció a la lucha armada en una carta dirigida al entonces consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, y el 21 de julio de ese año regresó a España, donde fue juzgado y condenado por los atentados en los que había participado.
El testigo ha dicho hoy en el juicio que desde 1992 se sentía ya "fuera" de ETA, pero que no fue hasta finales de 1994 cuando tomó la decisión de abandonarla. También ha referido que como sus relaciones con Antxon, que lideraba el grupo de deportados en Santo Domingo, no eran buenas, envió un mensaje al dirigente de KAS Xabier Alegría -uno de los acusados en el "macrojuicio"- a través de una militante abertzale con la que se carteaba, y que recibió una respuesta escrita de ETA reprochándole que no utilizara los cauces oficiales para comunicarse con ellos. Asimismo, ha asegurado que en 1990 el dirigente del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, les visitó en la República Dominicana "como representante de KAS", y ha añadido que le sorprendió su defensa a ultranza de los planteamientos de ETA. Asimismo, ha afirmado haber recibido en 1989 la visita de dos miembros del llamado Comité de Deportados, entre ellos el acusado José Ramón Antxia Zelaia, quien intervino hoy para asegurar que se desplazó a la República Dominicana exclusivamente en su condición de abogado.
Las defensas de los acusados trataron de desacreditar el testimonio de Soares, e insistieron en que algunas de las organizaciones que había citado ya no existían cuando él se encontraba en la República Dominicana, pero el testigo se ha mantenido firme y ha sostenido que "en ese momento pensaba que ETA y KAS eran lo mismo, y hoy sigo pensándolo". Los abogados defensores también han destacado que, a pesar de haber sido condenado a más de 2.000 años de prisión, Soares Gamboa -que dijo no sentir animadversión hacia ETA, sino simplemente "indiferencia"- sólo ha cumplido diez en la cárcel y ya se encuentra en tercer grado. Además, los letrados han afirmado que Soares intentó agredir sexualmente a varias de sus compañeras de comando, y que incluso fue denunciado por este motivo por una de ellas. El testigo prestó declaración a la vista de los acusados, pero para preservar su seguridad, su imagen no fue recogida por las cámaras que transmiten la señal de la vista a las televisiones y tampoco pudo ser fotografiado a la salida del tribunal.
Plante de los imputados ante el pabellón de la Casa de Campo
Antes de reiniciarse las sesiones, varios de los 54 acusados en el 'macrojuicio' de la Audiencia Nacional por su presunta pertenencia a organizaciones del entorno de ETA han realizado un plante de casi una hora frente al pabellón de la Casa de Campo de Madrid en el que se celebra la vista, a fin de pedir que fuera paralizada. Los procesados, que habían sido citados a las 10.00 horas por el tribunal, se han colocadon en la calle detrás de una pancarta en la que se podía leer en euskera "Basta ya. Parad los juicios" y en la que han pegado una fotografía de Jokin Gorostidi, fallecido el pasado 25 de abril después de sufrir un infarto agudo y para quien el fiscal pedía 15 años de prisión por integración en ETA.
El tribunal ha decidido apartar del procedimiento a José Ramón Aranguren, que la semana pasada sufrió un infarto de miocardio y que tendrá que ser enjuiciado de forma independiente cuando se recupere.La sala ya adoptó esta misma decisión el pasado 14 de febrero respecto del procesado Iñigo Elkoro Ayastui, que acababa de ser operado de urgencia tras sufrir una crisis intestinal. La portavoz de los acusados, Teresa Toda, ha afirmado en declaraciones a los periodistas que los juicios a miembros de la izquierda abertzale deben pararse "porque son juicios políticos y siguen adelante sólo por motivos políticos". Toda ha atribuido también al juicio las enfermedades de Elkoro y Aranguren y el fallecimiento de Gorostidi.




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