Hugo Chávez se adelanta a Evo Morales. El presidente de Venezuela llamó personalmente por teléfono a José Luis Rodríguez Zapatero, Luis Inacio Lula da Silva y a Néstor Kirchner, para explicarles y calmar los ánimos, caldeados por el decreto boliviano de nacionalización de los hidrocarburos.

El principal aliado -junto con Fidel Castro- de Evo Morales, alzará hoy su voz en la cumbre que se celebra en Iguazú (frontera de Brasil y Argentina). Los presidentes de los países más afectados de la región, Argentina y Brasil, asisten, preocupados, tras la virtual incautación del 51 por ciento de las acciones de las multinacionales que operan en Bolivia, entre ellas Repsol YPF y Petrobras. Al otro lado de la mesa, para defender esta medida y con aparente serenidad, se sentarán los principales proveedores de petróleo y gas de Iberoamérica: Venezuela y Bolivia.

El protagonismo de Hugo Chávez, virtual embajador o intermediario de Evo Morales, ha dejado en un segundo plano al presidente boliviano, que parece haber delegado, desde que anunció el decreto de nacionalización, los contactos bilaterales con otros presidentes a Chávez. Advertido éste de la situación y acusado de estar detrás de una medida que ha hecho temblar los cimientos del poder desde Brasilia a Madrid, rechazó su intervención: «Hay una manipulación de seguir reforzando la idea de que Evo Morales hace lo que yo digo... ¿No! Evo es presidente de un país soberano y libre. Que somos compañeros, que somos socialistas y dialogamos. Esa es otra cosa y yo creo que es necesario», afirmó.

Injerencia venezolana

En un intento por reivindicar la independencia de su Gobierno, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, principal impulsor del proyecto nacionalista, desestimó que exista una injerencia o tutelaje del Ejecutivo de Caracas. «En el equipo político (para elaborar el decreto) que dirigió el presidente Morales, participaron el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, el presidente de reflotada YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia), Jorge Alvarado; el titular del Senado, Santos Ramírez, y mi persona. En los cuatro equipos trabajaron expertos franceses, españoles y mexicanos».

Morales también se apresuró ayer a negar la influencia del presidente venezolano y aseguró que el decreto fue producto de una decisión «absolutamente soberana».

A la espera de que la Cumbre de hoy dé sus frutos, o provoque una estampida de las multinaciones a tribunales internacionales, tanto Repsol YPF como el resto de las compañías están obligadas a entregar toda su producción a YPFB, donde, de nuevo, se atraviesa la sombra de Chávez.