Un jugadón del canterano Fernando Llorente dio prácticamente hecho a Fran Yeste el gol con el que Athletic derrotó hoy al Real Zaragoza en San Mamés y vida a un equipo bilbaíno que vagó como alma en pena durante la mayor parte de un partido que era de los más importantes de su historia.

El joven ariete obsequió a todos los presentes hoy en La Catedral, casi 40.000 penitentes rojiblancos dispuestos a llevar a su equipo en volandas, con una jugada verdaderamente espectacular sobre la línea de fondo rival, a la derecha de César Sánchez.

Allí, sobre la misma raya, hizo dos pisadas al balón más propias de diminutos malabaristas que de un cuerpo como el suyo, de ariete a la antigua usanza y, en su caso, 1,93 de altura. Tras deshacerse de tan singular manera de los rivales, el riojano cedió a Yeste para que el zurdo basauritarra, no sin suspense, batiese la meta rival.

Ese tanto, de lo poco reseñable que fue capaz de hacer un Athletic superado por las circunstancias, cambió radicalmente una situación que los resultados que se iban dando llegaron a ponérsela muy negra al conjunto vasco y que, en cambio, ahora le queda más despejada.