La OPA de Gas Natural sobre Endesa no deja de acumular obstáculos. La Comisión Europea dio ayer su visto bueno sin condiciones a la oferta de compra de su principal competidor, el gigante alemán E.ON, sobre la principal eléctrica española. Las autoridades comunitarias entienden que la operación no obstaculiza de forma significativa la competencia, ni en el mercado europeo ni en los mercados nacionales.

La decisión comunitaria evidencia el fracaso de las gestiones del Gobierno español para evitar el choque de legitimidades al que Bruselas y Madrid se ven abocados por las dos posiciones antagónicas que han adoptado ante el caso. La CE, con autoridad sobre fusiones y concentraciones europeas, cuestiona las nuevas atribuciones dadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) -que ahora tiene la última palabra en estos procesos- y ha anunciado un procedimiento de infracción por ello contra España que comenzará su andadura a comienzos de mayo. La salida de esta crisis parece dibujarse en torno a un acuerdo de las partes que evite la confrontación directa ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Sin cortapisas

La decisión del Ejecutivo comunitario de ayer es de una claridad palmaria. Frente a la veintena de condiciones impuestas por el Gobierno español a la OPA de Gas Natural sobre Endesa, el acuerdo comunitario promovido por la comisaria Kroes deja expedita la vía a la fusión sin ningún tipo de cortapisas. Establece que «la transacción propuesta no obstaculizaría de forma significativa la competencia efectiva en el Espacio Económico Europeo, o en una parte sustancial del mismo».

Al tomar la decisión, la Comisión Europea ha tenido en cuenta que la empresa alemana no opera hasta el momento en el mercado español y que sus actividades sólo compiten con las de Endesa, aunque de forma limitada, en Francia, Italia, Alemania y Polonia. Además, indica que las partes no tienen ninguna actividad que se solape en los mercados nacionales del gas natural. Por ello, la Comisión estima «poco probable» que la operación propuesta «tenga un impacto negativo importante sobre la competencia».