Los mendigos lo tendrán un poco más difícil para entrar en la plaza Guerra Jiménez. El Ayuntamiento elevó ayer la estructura metálica que da a la calle Alcalá Galiano con la colocación de postes de madera y planchas de metal, ya que por esta zona accedían sin problemas al recinto para pasar la noche.

Ayer, un indigente se encontraba dormitando en el lugar a primera hora de la mañana y su presencia pasaba desapercibida para el resto de gaditanos que se acercaba a los alrededores del Mercado. Mientras, dos operarios trabajanban en la instalación con la puesta de postes y planchas de metal que elevaban la valla para evitar la entrada de los indigentes y la acumulación de cajas, ropas, sombrillas, carritos de tiendas y comida.

«Han seguido entrando a pesar de estar levantada la valla sin ningún problema. Como veían que las máquinas no se movían, esto les animó a volver a sus sitio», aseveró el propietario de la tienda de golosinas del Mercado, Manolo Vecino, que apuntó que se habían trasladado a la Plaza de las Flores, lo que confirmaron las floristerías de la zona.

La solución del vallado para terminar con las peleas no ha convencido a los comercios de la zona. Varios de ellos, ubicados en el Mercado de Abastos, recalcan que la valla no impide la concentración y que es «un parche», ya que muchos indigentes se concentran en sus alrededores o buscan otro sitio como ya lo están haciendo en la plaza de las Flores y en la plaza de San Juan de Dios.

Por eso, muchos comerciantes piden que se dé un uso al espacio, como la habilitación de un aparcamiento para que la gente puede utilizarlo como espacio de carga y descarga por la mañana para el mercado. Este espacio está abocado a servir de almacén de material y restos de las obras una vez que empiece a ejecutarse el proyecto del Mercado de Abastos.