Los Reyes iniciaron ayer una visita de Estado a Jordania para mostrar el apoyo de España a la monarquía hachemita, tradicional aliada occidental y factor de moderación en la zona. En medio de la región más conflictiva del mundo, el régimen de Abdallá II trata de salir de la pobreza y atraer inversiones extranjeras después de que los ataques de Al Qaeda en 2005 -que dejaron más de 170 muertos- hiciesen que la envidiada estabilidad de este país se resintiese. Ahora, Don Juan Carlos quiere dejar patente el apoyo español a la monarquía de Abdalá II y a su proceso de reformas en un periodo de incertidumbre política para el reino hachemí.

El viaje real tiene también tienen una clara intención económica, concretada en mejorar el marco jurídico de la relación entre los dos países. Así, hoy se firmarán sendos acuerdos de eliminación de la doble imposición y de protección de inversiones. Del mismo modo, la visita busca facilitar los contactos empresariales, ya que los Reyes viajan acompañados de una nutrida representación de directivos que participarán en un encuentro hispano-jordano. En el ámbito político, la visita ha estado precedida de un encuentro entre el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y su homólogo jordano, en el que además de firmar la Declaración de Amman, que defiende el diálogo entre el mundo occidental y el islámico, se ha debatido sobre las posibilidades de agilizar las transferencias de fondos al pueblo palestino. Y es que el espinoso asunto de la imposibilidad de hacer llegar oficialmente las ayudas a un Gobierno -el de Hamas- considerado por Bruselas y Washington como una organización terrorista preocupa seriamente a la comunidad internacional. La posibilidad de que la organización islamista termine recurriendo a países como Irán para poder pagar a los funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina o de que se desate un conflicto abierto entre los seguidores de Hamas y los de Al Fatah está presente desde la llegada de los islamistas y todos parecen querer solucionar el problema a la mayor brevedad posible aunque sobre la mesa no haya por el momento propuesta concreta alguna.

Los Reyes visitarán Qatar después de Jordania. El prestigio de Don Juan Carlos y Doña Sofía en los países árabes es bien conocido y su trato personal desde hace mucho tiempo con bastantes familias reinantes en la zona facilita la política exterior española en la región. Pero, aparte de las razones específicas que justifican esta visita, la creciente actividad real en la política exterior española no hace sino poner al descubierto el nulo interés del presidente Rodríguez Zapatero para viajar más allá de lo absolutamente imprescindible, como ha sido el caso del reciente encuentro con la canciller alemana. Es indudable que Sus Majestades aportan mucho a la política exterior española pero no pueden dirigirla ni ejecutarla sin un presidente del Gobierno activo y visible en el exterior.