Un «atentado terrorista puro y duro». Para el presidente de Navarra no cabe duda de que el «grave» incendio provocado en la ferretería de un edil de Unión del Pueblo Navarro (UPN) es obra de ETA o de su entorno. Un ataque que, a juicio de Miguel Sanz, pone en duda la veracidad del alto el fuego anunciado por la banda, por lo que reclamó al Gobierno de Rodríguez Zapatero que interrumpa «de manera efectiva» el proceso de paz. El PSOE no tardó en responderle y, por boca del secretario de Organización, José Blanco, recordó a Sanz que el proceso de paz no se puede interrumpir porque «todavía no se ha iniciado» y le pidió que coopere con el Ejecutivo para lograr el fin de ETA.

Sanz, que lidera el partido en el que milita José Antonio Mendive, el concejal afectado, visitó las dependencias del local arrasado por el fuego el pasado fin de semana en Barañain, así como los pisos ubicados encima del negocio, que también se vieron afectados por el incendio. Dos de las 56 familias desalojadas no han podido regresar aún a sus casas.

El Ejecutivo foral declaró este acto un «atentado terrorista», lo que permitirá a todos los afectados una reparación completa por los daños materiales. Según el presidente autonómico, «allá donde no alcance el seguro ni la normativa estatal» el Gobierno de Navarra «cubrirá el cien por ciento de los daños».

Sin paños calientes

«No se puede actuar con paños calientes ni calificar el atentado como incendio provocado» aseveró Sanz. «Esto es un atentado terrorista puro y duro y por consiguiente merece desde los poderes públicos el tratamiento que debe derivarse de la gravedad del mismo».

Rechazó el empleo de la expresión «proceso de paz» porque, a su juicio, «en estos momentos no estamos en paz, pero tampoco podía hablarse antes de proceso de paz porque eso es reconocer que estamos en situación de guerra y eso es falso».

El presidente navarro aprovechó para referirse también a lo ocurrido el domingo por la noche en Gecho (Vizcaya) y para negar que el alto el fuego de ETA sea real: «Desgraciadamente, estos actos en ningún caso reafirman lo que ha venido sosteniéndose por algunos agentes políticos y mediáticos que decían que estábamos en una situación de alto el fuego».

En el mismo sentido, el secretario general del PP, Ángel Acebes, afirmó ayer que «es evidente que el alto el fuego no existe» tras concluir que el presidente del Gobierno no ha podido verificar la decisión de ETA de abandonar definitivamente la violencia, a la vista de los dos ataques del fin de semana. Para el primer partido de la oposición, todos estos sucesos constituyen actos de terrorismo, tal y como aseguró Mariano Rajoy en la reunión que celebró ayer la junta directiva nacional, máximo órgano entre congresos.

Además, el PP tiene información de que nuevas cartas de extorsión de ETA han sido recibidas por empresarios vascos en fechas posteriores a la declaración de alto el fuego de la banda. Al parecer, según datos que maneja la dirección popular, las últimas misivas tienen matasellos del mes de abril y están dirigidos a industriales del País Vasco.

«Incompatibles»

A juicio del primer partido opositor, los actos violentos de este fin de semana son «atentados» que resultan «incompatibles» con la declaración de ETA, por lo que Acebes concluyó que «el alto el fuego no es real». «Lo que es real -apuntó el 'número dos' del PP- es el atentado, el cóctel molotov, la extorsión y el sufrimiento del concejal de UPN y de los empresarios coaccionados».

Sus críticas se centraron en el presidente del Gobierno porque, en su opinión, este fin de semana no «condenó la violencia urbana» y no tuvo «una palabra de apoyo para el concejal de UPN». «No hay derecho», protestó. A pesar de todo, el PP mantiene su respaldo al Gobierno para que compruebe «la decisión de ETA de abandonar definitivamente la violencia».