El Ayuntamiento de Cádiz trabaja durante todo el año por evitar que se produzcan plagas de insectos y roedores. Para conseguir este objetivo, la Delegación Municipal de Salud realiza un servicio de mantenimiento continuo que permite que, cada dos semanas, la ciudad este desinsectada y desratizada. La concejal de Salud, Carmen Obregón, explicó que este control de plagas se realiza en edificios municipales, en la red de alcantarillado y en el perímetro costero. El itinerario comienza en la zona de Cortadura y termina en el casco antiguo, a excepción de la zona portuaria -gestionada por la Autoridad Portuaria- la línea férrea y la Zona Franca.

Pero además de esta campaña continua para evitar la aparición de insectos y ratas, la Delegación Municipal de Salud realiza otra campaña más intensa a partir del mes de mayo hasta agosto. En estos meses se produce un aumento progresivo de la temperatura, un factor muy importante para el desarrollo de plagas.

Para eliminar a cucarachas y ratas, los técnicos municipales dividen la ciudad en cuadros. En ellos marcan las zonas desde donde se han realizado llamadas ciudadanas advirtiendo de la presencia de estos insectos y se limita el perímetro de acción. Nada más levantar las placas de las alcantarillas, los operarios suelen encontrar decenas de larvas de cucarachas. A partir de ese momento comienza el proceso de limpieza con la aplicación de insecticida.

La concejala de Salud, Carmen Obregón, aclaró que ahora las plagas «son más difíciles de controlar que antes porque los insecticidas son menos agresivos que los que se usaban hace varios años. Ahora, todos estos productos no deben tener impacto sobre el medio ambiente, así que sus componentes son menos efectivos contra los insectos».

Control de ratas

En cuanto a los raticidas, cada año cambian de sabor. Las ratas son animales «demasiado astutos», reconoce Obregón, y cuando relacionan un sabor con una acción, dejan de tomar ese producto «por eso, el sabor de antes de los raticidas era a cereales».

Asimismo, los técnicos de la Delegación Municipal de Salud tienen especial cuidado en colocar estos venenos, y los sitúan en lugares que no son accesibles para las personas -y mucho menos los niños- y no son atractivas. El raticida va envuelto en unas tabletas que van enceradas para que aguanten la humedad. Además, para que este veneno afecte negativamente en los ciudadanos, deberían tomar dosis muy altas.

Otro de los venenos que se utilizan para eliminar cucarachas y ratas están microcapsulados, una técnica pionera que está siendo experimentada por la Delegación Municipal de Salud del Ayuntamiento de Cádiz.

Actualmente, en la ciudad no existen puntos negros con plagas de ratas o cucarachas aunque desde la Delegación Municipal de Salud reconocen que durante demasiados años existían varios barrios con este problema. Así, en el barrio de Santa María, donde el problema de la infravivienda afectaba a toda el área, era habitual recibir avisos de los vecinos que advertían de la presencia de roedores en sus hogares. La concejal de Salud apunta a que el proceso de rehabilitación de viviendas que se está llevando a cabo «ha ayudado a la eliminación de este problema».

Otro de los aspectos que también han provocado que disminuya el número de plagas es la concienciación ciudadana. Así, los vecinos han aprendido a bajar la basura a los contenedores en las horas aconsejadas, no por la mañana o al mediodía. También es importante evitar tirar la comida por los desagües, porque los productos se quedan en el alcantarillado, hábitat habitual de las cucarachas.

Huelga o apiñamiento

La concejala de Salud del Ayuntamiento de Cádiz, Carmen Obregón, también informa que «hay factores que afectan negativamente en el control de plagas». Así, la convocatoria de una huelga de basuras puede destrozar en un sólo día el trabajo de control de plagas realizado durante años.

La densidad de población también influye negativamente en la aparición de los insectos. Por ejemplo el barrio de La Laguna -uno de los barrios con mayor densidad de población de Europa- es un área propicia para el desarrollo de plagas.

Pero la experiencia del Ayuntamiento de Cádiz ha permitido evitar durante siglos que la ciudad esté invadida por cucarachas o ratas. Desde 1800 se aplica un sistema de control de plagas. Así, durante los años de comercio marítimo entre América y España, todos los tripulantes de los barcos debían pasar por el centro de control de plagas y desparasitación en la Cárcel Real.