Hasta el momento se conoce con exactitud el 'qué': Una reunión entre PSOE-A y PP-A para alcanzar un acuerdo sobre el Estatuto de Andalucía. El 'quién': Los protagonistas de dicho encuentro serían el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y el máximo dirigente regional del PP, Javier Arenas. Y el 'por qué': Todas las partes coinciden en que una reforma de este calado debería contar con el apoyo mayoritario -si no unánime- de la Cámara andaluza.

Del 'cuándo' tan sólo se sabe la fecha límite: El 2 de mayo, día en el que el Parlamento andaluz votará en pleno el nuevo articulado definitivo que se enviará esa misma semana a las Cortes Generales. El 'cómo' es una verdadera incógnita, sobre todo tras los posicionamientos del pasado fin de semana que han marcado las claras diferencias con las que socialistas y populares enfrentan esta recta final del proceso.

El PSOE quiere que se ponga fin a esa incertidumbre. Emplaza al PP a que ponga día y hora para propiciar el acercamiento entre Chaves y Arenas. Le acusa de querer retrasar aún más el proceso con un nuevo intercambio de documentos -los populares anunciaron que Arenas iba a responder a la carta que le envió el presidente andaluz el sábado-.

«Si no hay consenso, habrá que detener el procedimiento». Esta frase la pronunció ayer Javier Arenas en Madrid. Y aunque lo hizo antes de que hablase Luis Pizarro en Sevilla, las señales actuales marcan que el PP cogerá el camino del 'no' en pleno parlamentario del día 2.

Previsión

Los socialistas han diseñado, incluso, una campaña de información que pondrán en marcha en mayo y en junio para explicar en todos los rincones de Andalucía qué beneficios supondrá el Estatuto andaluz. Pretenden contrarrestar, de esta forma, lo que califican como una brutal agresión de los sectores más rancios de la sociedad española y de la derecha hacia Andalucía. Movilizarán para ello a todos los cargos orgánicos e institucionales del partido. Pizarro lamenta lo que él define como «una reacción a la defensiva, inmovilista e intransigente» de los populares a la última propuesta de Chaves, en la que abría la puerta a incluir una referencia expresa a la unidad de la nación española en el futuro Estatuto.

Censuró, asimismo, que el PP siga aferrándose de forma absurda a su rechazo a reconocer la realidad nacional de Andalucía en el Preámbulo. Los socialistas insisten en que los populares han adoptado este papel como excusa para ocultar su falta de compromiso con la reforma del Estatuto y con los andaluces.

Javier Arenas, por su parte, insiste en que seguir adelante con la reforma sería una insensatez si no se cuenta con el el respaldo del 40 por ciento del Parlamento -cifra que conforman los diputados del PP y PA- .

Incomprensible

El presidente de los populares andaluces volvió a insistir en que Manuel Chaves ha tirado por la borda el acuerdo con el PP sobre la denominación de Andalucía como nacionalidad histórica, tras introducir la catalogación de realidad nacional en el Preámbulo. Arenas incide en que este gesto ha sido provocado por la presión de los nacionalismos del resto del Estado.

Al respecto, Chaves aclaró ayer que el término 'realidad nacional' no es el que ha roto el consenso con el PP en la reforma del Estatuto de Autonomía porque «nunca ha existido ese consenso».