El Gobierno advirtió ayer a ETA de que si se confirma que el ataque a la ferretería de un concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) es un acto de violencia callejera sería «incompatible» con su declaración de alto el fuego. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó que todos los indicios apuntan a que el incendio fue «intencionado», y «dada la personalidad» del propietario del negocio, un edil de UPN, «todo hace indicar que estamos ante un acto de la kale borroka».

Alfredo Pérez Rubalcaba hizo una declaración en la delegación del Gobierno en Cantabria y señaló que, de constatarse todas las presunciones, sería «el primer» acto de violencia callejera desde el anuncio del cese de actividades de ETA, pero que no va influir en la voluntad del Gobierno. Sostuvo que el Ejecutivo «tiene la firma voluntad de conseguir el fin de la violencia y alcanzar la paz» y esa misma firmeza se empleará en «perseguir y castigar los delitos que pudieran producirse contra la convivencia». El titular de Interior mostró, «en nombre del Gobierno», la solidaridad con el concejal, su familia y los heridos, e hizo pública «la condena» gubernamental por los hechos.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó, a su vez, al Ministerio de Interior que aclare lo antes posible las causas del incendio registrado en la ferretería y, tras ratificar el apoyo de su partido a los socialistas en materia antiterrorista, les pidió «prudencia» porque no se trata de temas menores, por lo que pidió al Ejecutivo que «ande con cuidado» con sus palabras y agregó que «no estamos en ningún proceso de paz porque no hay ninguna guerra ni conflicto» pero sí «una organización terrorista que atenta contra la libertad». Rajoy participó ayer en Sevilla en un acto de partido en el que, tras expresar la solidaridad del partido con el edil y UPN, insistió en que se aclare el origen del atentado «porque no sé si puede ser o no kale borroka», en alusión a la explicación ofrecida por Pérez Rubalcaba.

Numerosos desalojados

El incendio provocado destruyó en la madrugada del sábado la ferretería del concejal José Antonio Mendive en la localidad navarra de Barañain. Además, el fuego obligó a desalojar 56 viviendas cercanas y causó la intoxicación por el denso humo de un bebé de diez meses y tres agentes de la Policía Municipal. Otro negocio situado al lado de la ferretería, una tienda de lencería, también se vio afectado por las llamas, así como tres vehículos.

El suceso conmocionó Barañain, municipio del que es concejal Mendive. La junta de portavoces del Ayuntamiento declaró que el ataque tiene una «clara connotación política», mientras que el edil confesó atravesar «un momento muy duro». Los hechos se produjeron en torno a las cuatro y media de la madrugada, y el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, confirmó que el incendio había sido provocado. Uno o varios desconocidos rompieron las lunas del escaparate de esta ferretería, ubicada en el cruce de la avenida Central y la calle San Esteban. Los agresores vertieron liquido inflamable en el local y dejaron el recipiente que contenía el líquido al pie del escaparate.

La magnitud del fuego se explica por los materiales inflamables que se guardaban en la propia ferretería, como pinturas o disolventes. El incendio fue sofocado por los bomberos hacia las seis menos cuarto de la mañana. Minutos antes había llegado al lugar el propietario del local, quien para entonces se encontró con su negocio calcinado. A lo largo de la mañana regresaron a sus domicilios los vecinos desalojados del inmueble, salvo cuatro familias residentes en la primera planta del edificio y cuyas viviendas resultaron dañadas. El humo llegó a afectar hasta la sexta altura de la fachada del inmueble, según se percibía desde la calle. Las cuatro personas que fueron trasladadas al Hospital de Navarra, un bebé y tres policías locales, también pudieron ser dados de alta a lo largo del día de ayer.

El trabajo de la familia

José Antonio Mendive, desconsolado, manifestó que, «dentro de la prudencia que hay que tener, todos los indicios apuntan a que no ha sido fortuito». Indicó que tras el ataque tenía «un cuerpo muy malo» porque «es un momento muy duro». Señaló que la ferretería destruida era «el trabajo de una familia durante 23 años» y agregó que esto es «un ataque a una familia trabajadora a la que han dejado en la completa indigencia». De hecho, varias personas de su familia trabajaban en este negocio.

El edil de UPN rechazó el ataque porque «no son maneras ni de hacer política ni de defender unas ideas, ni nada. Esto es una pasada que hace un flaco favor a todo el mundo». Sin embargo, anunció que «si esto es lo que proponen, nosotros vamos a seguir manteniendo por Navarra nuestras posturas políticas».

El ayuntamiento mostró su solidaridad con la familia Mendive y con los demás afectados y abrió una oficina en las dependencias de la Policía Municipal para atender de forma coordinada todas las acciones necesarias mientras que UPN ha convocado para mañana una concentración de protesta.