Los viajeros que utilizan la nueva estación de autobuses se encuentran a diario con muchos problemas y falta de información por la escasez de horas de apertura de las taquillas de las distintas compañías de transporte.

La denuncia la hicieron ayer los sindicatos CGT y UGT, que reprocharon que las taquillas de todas las compañías que prestan sus servicios en esta estación de autobuses apenas mantienen abiertas las taquillas durante algunas horas de la mañana, mientras que por la tarde casi ninguna está operativa.

El representante de CGT en la empresa Comes, José Morales, explicaba ayer que en esta estación de autobuses -que aún no lleva abierta al público ni un año- «los clientes están completamente desinformados, ya que casi nunca hay abiertas taquillas en las que empleados de las distintas compañías les expliquen horarios, rutas o precios».

Según detalló Morales, la empresa Comes tiene autobuses en servicio desde las 6 de la mañana hasta las 23.15 horas, pero sus taquillas sólo abren desde las 8.15 a las 13 horas por la mañana y de 14 a 17 horas por la tarde. De esa forma, los usuarios de muchas rutas se ven obligados a comprar sus billetes en el propio autobús, lo que provoca largas colas, un exceso de trabajo al conductor y retrasos en las salidas de los vehículos que no pueden cumplir los horarios fijados.

Lo mismo ocurre con el resto de empresas (Los Amarillos, etc.) que a primeras horas de la tarde de los días laborables echan el cerrojo a las taquillas pese a que los servicios se alargan hasta la noche.

Durante los fines de semana o los periodos festivos, como se ha podido comprobar durante la pasada Semana Santa, la situación es aún peor, ya que el número de viajeros se multiplica mientras que los horarios de las ventanillas se acortan. A causa de esta política empresarial, muchos viajeros han tenido que esperar durante horas la salida de un autobús, o no han sido informados de la cancelación de un servicio hasta que ha llegado la hora prevista para el viaje.

Este mal servicio no sólo afecta a los viajeros ya que, como explicaba ayer el secretario provincial de Carreteras y Urbanos de UGT, José Antonio Aguilar, también ha provocado que se pierdan puestos de trabajo en una estación que se inauguró en junio de 2005 y en la que «lo lógico sería que se ofreciera un mejor servicio que antes de la mudanza».

Aguilar, también secretario del comité de empresa de Comes, coincidió con Morales en denunciar que «antes había un taquillero más en la compañía. Pero cuando se jubiló decidieron dejar vacante su puesto, lo que no sólo perjudica a los usuarios sino que además provoca que se pierda un puesto de trabajo».

Tanto CGT como UGT informaron ayer que ya han presentado varias denuncias por estos hechos antes el Consorcio de Transportes de la Bahía, sin que hayan obtenido ninguna respuesta satisfactoria.

En este sentido, Morales hacía hincapié ayer en que «las instituciones deben realizar una labor de control y vigilancia sobre las empresas para garantizar que se cumplen las exigencias mínimas del servicio».