Rafael Nadal ha debutado con éxito en el Masters Series de Montecarlo al imponerse al francés Arnaud Clement por un doble 6-4 y ha aprovechado para vengarse de la derrota que sufrió ante él en las semifinales del torneo de Marsella. El manacorí se une a Alberto Martín, Juan Carlos Ferrero, Tommy Robredo y Feliciano López en la segunda ronda. Nadal necesitó de algo más de hora y media para deshacerse de un Clement que no dio una sola bola por perdida en todo el partido.

Por su parte David Ferrer, octavo favorito, necesitó tres sets para batir al correoso chileno Nicolás Massu (6-0 4-6 y 6-2) pero avanzó hacia la segunda ronda del Masters Series de Montecarlo, que no alcanzó Fernando Verdasco, eliminado por el francés Sebastien Grosjean (7-6 (6) y 6-3). El jugador alicantino acompaña así a Rafael Nadal y Feliciano López, que solventaron su estreno en el abierto monegasco con triunfos frente al galo Arnaud Clement (6-4 y 6-4) y el rumano Victor Hanescu (6-4, 4-6 y 7-6 (2)), respectivamente.

Nadal, segundo cabeza de serie del torneo monegasco, se enfrentará en segunda ronda contra el local Jean Rene Lisnard, verdugo del británico Andy Murray, mientras López se enfrentará al chileno Fernando González, el duodécimo cabeza de serie, que ha derrotado a Carlos Moyá. Palabras mayores el suramericano, verdugo del malloquín, a quien su empeño y momentos de buen juego terminaron por resultar insuficientes. El campeón de 1998 careció de fuelle en el último tramo del partido, que terminó por ceder en tres mangas (6-3, 3-6 y 6-1). La raqueta de Santiago ha vencido a Feliciano en las dos ocasiones en las que ambos se han encontrado (Hamburgo 2004 y Auckland 2003).

En cualquier caso, la hegemonía española en tierra queda reflejada con el exitoso transitar de seis de los ocho jugadores españoles en el torneo. Alberto Martín, Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero aunaron méritos en la sesión del lunes, y sólo Fernando Verdasco quedó estancado en el arranque. El madrileño padeció el desacierto de su servicio y no pudo rentabilizar la eficacia de su resto. Las tres roturas que endosó al galo, decimotercer cabeza de serie, cayeron en saco roto. Grosjean, también experto en arcilla, cerró el partido con cinco rupturas.