Obama gana otro escalón

La aprobación del controvertido proyecto de reforma sanitaria por la Cámara de Representantes y por el Senado, este último en su primera votación en Nochebuena desde 1985, se ha convertido ya en un hito del mandato de Barack Obama. Nunca sus recientes predecesores habían logrado llegar tan lejos en una ambición similar, que no sólo supone extender la cobertura de salud a más de 30 millones de estadounidenses que carecen de seguro médico. También implica un profundo cambio en la respuesta del país ante las desigualdades y exclusiones sociales que viene provocando una Sanidad alejada de los parámetros de la Europa del bienestar. Las trabajosas y duras negociaciones previas preludian dificultades en la conciliación que deberán efectuar ahora las dos Cámaras de sus respectivas propuestas, antes del refrendo definitivo del proyecto; textos que difieren en aspectos sustanciales como la implantación o no de la 'opción pública', la financiación o el acceso al aborto. Obama roza un logro histórico. Aunque la paradoja es que pueda hacerlo a costa de una popularidad menguante que evidencia las fisuras que suscita una reforma tan esencial en la sociedad norteamericana.