Los Verdes hacen prácticas en el ejército alemán

El expresidente de Los Verdes y con gran predicamento en el partido, Cem Özdemir, junto con el portavoz en materia de Defensa, Tobias Lindner, están pasando una semana entre las filas del ejército alemán . La «experiencia» está siendo publicada y profusamente seguida en Instagram, una red social que se sirve solamente de fotos y en la que no cabe la reflexión de la palabra ni el discurso de la crítica. Y hay que reconocer que, reducido a fotos posadas , el asunto llama poderosamente la atención. Los otrora ecopacifistas antisistema ganan aceptación con la boina negra de la Bundeswehr puesta y como partido que formará parte del próximo gobierno alemán, ya casi sin lugar a dudas. Las fotos dan testimonio de la metamorfosis sufrida por un partido al que sus padres fundadores no lograrían reconocer si levantasen la cabeza.

Los Verdes nacieron en los años 70, dentro de los denominados «nuevos movimientos sociales», dentro de la tipología que los politólogos catalogan como GAL (Green, Alternative, Libertarian), según la terminología de L. Hooghe y G. Marks. Dese ese punto de partida, su evolución es vertiginosa. Hoy ya no son un reformas típicamente materialistas centradas en la mejoría de la calidad de vida y en su proceso de evolución están prescindiendo a toda prisa de los valores pacifistas, actitud política especialmente prosistema en un país como Alemania, en el que el negocio de exportación de armas tiene un volumen de 1.120 millones de eurosal año. «Un verde en el ejército alemán», titula Özdemir una de las instatáneas, «¿combina bien? Yo creo que si!».

Ante las primeras e inevitables críticas, Özdemir ha respondido que «tanto si es verde como si no, un diputado debe interesarse por la vida de los soldados alemanes» y vigilar «que el ejercito funciona de acuerdo a los valores de la Constitución, los principios europeos y para la paz y la seguridad internacional».

Las fotos han dado lugar a muchos comentarios sobre que el verde de Los Verdes se haya vuelto verde oliva, el tono del uniforme militar, pero ninguno de esos chistes evita que las encuestas los sitúen ya como el segundo partido más votado en Alemania , en algunos sondeos incluso el primero, convertido ya en partido imprescindible para cualquier coalición de Gobierno. A principios de junio, una encuesta de Forsa para RTL les concede el 27% de los votos, un punto por delante de la CDU de Merkel y a gran distancia de los socialdemócratas del SPD, que quedan en el 12%.