Turquía, la mayor prisión del mundo para periodistas

Coincidiendo con el Día Mundial de la Libertad de Expresión, Amnistía Internacional pide la liberación de 120 profesionales de medios de comunicación que están encarcelados en la actualidad en ese país

MADRID Actualizado: Guardar
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En un reciente informe de Reporteros sin Fronteras, Turquía ocupa el puesto 155 (de un total de 180) en la lista de países con menos libertad de expresión. Una lista que cierran países como Corea del Norte, Eritrea y Tukmekistán, y que abren Noruega, Suecia y Finlandia, situándose como los más respetuosos con ella (España ocupa el lugar número 29).

En el último año, Turquía ha descendido cuatro puestos en el ránking; mientras que en los últimos doce años ha perdido un total de 56 posiciones, lo que la coloca a esta profesión en una situación muy preocupante en este país, en el que en la actualidad hay detenidos 120 informadores. «La encarcelación de más de un centenar de periodistas sin que existiera un juicio, convierten a Turquía en la mayor prisión del mundo para profesionales de los medios de comunicación», denuncia Reporteros sin Fronteras.

Coincidiendo con la celebración este miércoles del Día Mudial de la Libertad de Expresión, Amnistía Internacional (AI) ha organizado una campaña denunciado los abusos y el maltrato que sufren los informadores de Turquía, situación que se ha agravado especialmente desde el fallido golpe de Estado. Según esta organización, desde julio de 2016, al menos 156 medios de comunicación han sido cerrados y se calcula que 2.500 periodistas y otros trabajadores de medios de comunicación han perdido su empleo. Se ha detenido y acusado a periodistas de delitos de terrorismo a consecuencia de publicaciones que han compartido en Twitter, de caricaturas que han dibujado o de opiniones que han expresado. Esto está sucediendo en el contexto de una represión más amplia contra presuntos críticos del gobierno, que ha conducido a que 47.000 personas sean encarceladas y más de 100.000 empleados del sector público sean destituidos de forma sumaria.

Detenido el día de Navidad

El periodista Mahir Kanaat fue detenido junto con seis colegas el día de Navidad: «Me ataron las manos a la espalda y un miembro del ‘equipo especial’ [agente de policía] se puso encima mío. Yo grité: ‘Mi esposa está embarazada de nueve meses, ¿por qué la obligáis a echarse al suelo?’, y traté de levantarme. Hubo un forcejeo, y me dieron una patada en la cara», explica AI en un comunicado. La esposa de Mahir Kanaat dio a luz a su hijo mientras su marido estaba detenido. Él continúa en prisión en espera de juicio.

Los largos periodos de detención preventiva, permitidos en virtud del estado de excepción impuesto en Turquía después del intento de golpe de Estado, se han convertido en algo habitual. Los cargos presentados contra trabajadores de los medios de comunicación suelen ser falsos, en ocasiones evidentemente absurdos o sin prueba alguna de que se haya cometido un delito.

Ahmet Altan, exredactor jefe de un periódico, fue detenido en septiembre de 2016 junto con su hermano, el intelectual Mehmet Altan. Se los acusaba de «enviar mensajes subliminales» a los organizadores del golpe de Estado durante un programa de debate emitido por televisión la víspera del intento de golpe. La presentadora del programa, Nazlı Ilıcak, también fue detenida y permanece en prisión preventiva.

El periodista de investigación Ahmet Şik lleva bajo custodia desde diciembre. En su auto de acusación se enumeraban ocho tuits, dos entrevistas y un artículo como prueba de que había ayudado a tres grupos prohibidos distintos, todos ellos con programas totalmente diferentes, y a menudo opuestos. Su esposa Yonca dijo a Amnistía Internacional: «El encarcelamiento de Ahmet es un mensaje a otras personas: ‘Hablen si se atreven’».

El periodismo no es un crimen

Destacados periodistas, caricaturistas y artistas de renombre mundial se han unido a una campaña para exigir la liberación de los periodistas encarcelados, y para pedir que se ponga fin a la cruel represión de la libertad de expresión en el país.

La campaña, que ha atraído a 250.000 simpatizantes desde febrero, incluirá protestas en ciudades de todo el mundo, calculadas para coincidir con el Día Mundial de la Libertad de Prensa y la publicación del documento de Amnistía Internacional Journalism is not a crime: Crackdown on media freedom.

«Una gran cantidad de periodistas independientes de Turquía se consumen entre rejas, recluidos durante interminables meses sin cargos ni juicio, o se enfrentan a procesamiento sobre la base de vagas leyes antiterroristas», ha manifestado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.

«Hoy, nuestros pensamientos están con los periodistas que están encarcelados o que se enfrentan a amenazas y represalias, pero nos centramos especialmente en Turquía, donde la libertad de expresión se está amordazando despiadadamente. Pedimos a las autoridades turcas que pongan en libertad inmediata e incondicional a todos los periodistas encarcelados simplemente por hacer su trabajo.»

Más de 250.000 personas han firmado una petición online para la liberación de periodistas de Turquía, y en el último mes miles de personas han respaldado la campaña #FreeTurkeyMedia. Dirigida por Amnistía Internacional con el apoyo de muchas otras organizaciones, la campaña anima a la gente a publicar un «selfie solidario» en Twitter.

Entre las personas que ya han apoyado el movimiento está el artista Ai Weiwei, y decenas de caricaturistas de todo el mundo están enviando obras que serán evaluadas por un jurado formado por los caricaturistas Zunar, Steve Bell y Martin Rowson. Peter Greste, Mohamed Fahmy y Baher Mohamed, los tres periodistas de Al Yazira encarcelados en 2013 en Egipto durante más de 400 días, también apoyan la campaña.

«Durante más de 400 días en Egipto, lo que nos mantuvo fuertes fue saber que había personas en todo el mundo haciendo campaña por nuestra liberación», escribieron Peter Greste y Mohamed Fahmy en un artículo publicado hoy en periódicos de todo el mundo.

«Si estuvo bien hablar en nuestro favor y pedir nuestra libertad con #FreeAJStaff, está bien hablar en favor de todos los periodistas encarcelados simplemente por hacer su trabajo. Es por eso por lo que nos hemos unido al llamamiento de #FreeTurkeyMedia.»

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