Trump pidió al primer ministro de Australia que investigara a las agencias de inteligencia de EE.UU.

Scott Morrison ha confirmado una conversación telefónica reciente con el presidente de EE.UU., quien le solicitó desacreditar las pesquisas del fiscal general en la trama rusa

David Alandete

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En lo que supone una maniobra sin precedentes, Donald Trump ha solicitado la ayuda de otros gobiernos para investigar a las agencias de inteligencia de Estados Unidos por el papel de estas en la revelación de las campañas de injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. El presidente, que en otro caso separado se enfrenta a una investigación que puede acabar con su recusación (»impeachment»), ha enviado a su fiscal general (ministro de Justicia) a verse con homólogos en el extranjero para recabar información sobre el espionaje estadounidense.

El diario norteamericano «The New York Times» reveló el lunes que Trump le pidió al primer ministro australiano, Scott Morrison , quien estuvo de visita en Washington hace dos semanas, que ayudara al fiscal general, William Barr, en sus pesquisas sobre la CIA y el FBI. Culminada ya la investigación del fiscal especial Robert Mueller, que no halló pruebas de que Trump solicitara ayuda de los rusos para ganar las elecciones, el presidente ha querido aclarar quién comenzó a investigar esa supuesta trama y por qué. Receloso de la inteligencia norteamericana, el presidente ha pedido ayuda al extranjero.

Fue precisamente un agente de la CIA quien en agosto denunció por medio de una carta anónima que Trump había presionado por teléfono al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky , para que investigara a Joe Biden. Este, cuando era vicepresidente, presionó al gobierno de Ucrania para que despidiera a un fiscal corrupto que a la sazón había abierto una investigación sobre una empresa energética, Burisma, para la que trabajaba un hijo de Biden, de nombre Hunter. Estos hechos han llevado a la apertura del proceso de «impeachment», la cuarta vez que esto ocurre en la historia de EE.UU.

El departamento de Justicia dijo ayer que el fiscal general Barr participó en las pesquisas sobre la inteligencia norteamericana por voluntad propia y en aras de una mayor transparencia. Por su parte, el primer ministro australiano respondió por medio de un comunicado que « siempre ha estado dispuesto a ayudar y colaborar en cualquier esfuerzo que ayude a esclarecer investigaciones de este tipo», informa la agencia Ap.

El fiscal general, cuyos contactos con Ucrania son también una parte central de la investigación para el « impeachment », ha dicho en el pasado que sí que cree que Trump fue espiado por la inteligencia de su propio país cuando era candidato a las elecciones. «Sí, creo que hubo algún tipio de espionaje», dijo Barr en una vista oral en el Capitolio en abril.

La investigación de la trama rusa comenzó en mayo de 2017, cuatro meses después de que Trump tomara posesión del cargo de presidente. Su primer fiscal general, Jeff Sessions , se inhibió de cualquier pesquisa relacionada con Rusia porque había tenido contacto previo con diplomáticos de ese país. Sus subalternos abrieron una causa separada y le encargaron la investigación a un instructor, el fiscal especial Mueller, quien halló dos campañas de injerencia digital de Rusia en las elecciones de 2016 pero ninguna de ellas por encargo de Trump.

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