Esto ya no son tuits incendiarios sin pruebas. Ni siquiera presiones disimuladas al Tribunal Supremo. Aquí hay una llamada del todavía presidente Donald Trump al responsable electoral del estado de Georgia, que es de su partido, en la que le exige algo que como mínimo bordea el delito.Y ante las reticencias de su interlocutor. Intenta convencerle con algo que se parece mucho a un soborno.Biden logró la victoria en Georgia por apenas once mil votos. Pero las papeletas se contaron dos veces. Y todas las demandas de Trump han sido rechazadas en los tribunales. La llamada sale a la luz la víspera de unas elecciones decisivas, justamente en el estado de Georgia. Allí se tienen que desempatar dos escaños del Senado que darán el control a un partido o a otro. Biden se juega un arranque de presidencia con las manos libres.-Redacción-
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