Trump cancela su desfile militar en Washington y culpa a las autoridades locales

Donald Trump quedó maravillado el verano pasado en las calles de París, cuando asistió al desfile militar organizado para la fiesta nacional del 14 de julio y para conmemorar los cien años de la entrada de EE.UU. en la Primera Guerra Mundial. «Quiero uno», debió pensar y no tardó en anunciar que Washington acogería una demostración militar de igual grandeza y patriotismo. Frente a la tradición de desfiles militares en algunos países -como España-, en EE.UU. no son habituales. El último de envergadura fue en 1991 , para celebrar la victoria en la Guerra de Irak bajo la presidencia de George H.W. Bush. Quizá por ello el plan de Trump sonó caprichoso, un ejercicio publicitario para su presidencia, sin una razón convincente y muchos millones de dólares en juego.

Ayer, el sueño acabó por esfumarse. Después de muchos meses de rumores y estimaciones sobre cuánto costaría la idea, Trump anunció que cancelaba el desfile por su alto precio. Era obvio que el desfile costaría mucho, pero Trump encontró a alguien a quien culpar de su idea fallida : las autoridades locales de Washington. «Cuando preguntamos por el precio para un gran desfile militar de celebración, querían una cantidad tan ridículamente alta que lo he cancelado», explicó ayer desde Twitter, donde dijo que en su lugar acudirá a una parada militar en la base aérea de Andrews y a otro desfilo en París en noviembre. «¡Ahora podemos comprar más cazas!», dijo.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, no tardó en felicitarse en la misma red social por haber sido «la política local que por fin ha mostrado la realidad la estrella de la telerrealidad de la Casa Blanca». Explicó que el coste era de 21,6 millones de dólares, para el despliegue policial, la instalación de servicios de emergencia, la limpieza y otros costes. Las autoridades de Washington están acostumbradas a estos gastos , ya que la capital es el escenario habitual de grandes manifestaciones, marchas y otros eventos públicos. Esos costes no incluyen los que incurriría el propio Pentágono, que podría irse hasta los 92 millones de dólares, mucho más de lo previsto en un comienzo. Trump aseguró que el desfile se hará en 2019, pero solo si se reduce su coste.