May también se queda atrapada en su coche

Si Theresa May logra salir de la UE está por ver , dado el confuso cariz que el proceso Brexit ha tomado en Gran Bretaña. Hoy, de momento, no lograba siquiera salir del coche oficial que la trasladaba desde el aeropuerto hasta la cancillería de Berlín. La puerta se atascó, la asistente lo intentó una y otra vez, el cuadro de mandos no respondía… Merkel esperó con gesto que entremezclaba paciencia y escepticismo . Finalmente, una sonrisa condescendiente. «Bienvenida… otra vez», le ha dicho la canciller alemana, cuya oficina, por otra parte, no suele trabajar con estas prisas. La visita había sido solicitada con solo veinticuatro horas de antelación y con carácter de urgencia por el equipo de May desde Londres. «Siempre la premier británica desee visitar Berlín será por supuesto recibida por la canciller», informaron someramente fuentes de la Cancillería ante la autoinvitación, «aunque lo cierto es que no hay nada del acuerdo Brexit que pueda ser aquí renegociado».

En Berlín se interpreta esta visita como un intento de May de ganar tiempo político. Cualquier posibilidad de concesiones sobre el acuerdo del 25 de noviembre le fue denegada antes de volar rumbo a la capital alemana, por lo que Merkel se ha visto obligada a prestarse a una inútil escenificación en la que, por otra parte, se ha mostrado displicente. Aunque el contenido de la conversación no ha sido hecho público, sí se ha explicado que «la negociación ya está cerrada» y que « cualquier conversación es imposible ». «Para empezar, estas cosas llevan su tiempo, no pueden improvisarse. Merkel tendría incluso que entablar conversaciones con sus socios de la gran coalición antes de decidir cualquier hipotética concesión que, por otro lado, no sería decidida aquí sino en el Consejo Europeo», responden fuentes cercanas al proceso sobre la posibilidad de algún cambio.

La única voz en Alemania que ha sugerido una posible reapertura de las negociaciones es el Instituto IFO de Múnich, que en un comunicado ha llamado a «evitar por esa vía una ruptura del acuerdo» por parte de Reino Unido. « Debe ser también asumible para la otra parte », ha firmado uno de sus investigadores, Gabriel Felbermayr, que asegura que para Alemania será necesario en el futuro mantener una relación amistosa con Reino Unido, «uno de los pocos defensores del libre comercio global» que quedan en el escenario internacional.