Comienza el paripé del debate público para la revisión de la Constitución en Cuba

A pesar del anuncio de miles de asambleas, muchos cubanos se quejan de que no han visto «ni una sola mesa»

Miembro del buró municipal del PCC, preside la asamblea de discusión EFE

Jorge Enrique Rodríguez

Un recorrido por varias comunidades habaneras evidenciaría que la primera jornada de referéndum popular, donde se presume que los cubanos discutirán las reformas incluidas en el Anteproyecto de Constitución , no obtuvo trascendencia alguna.

Por decreto del Partido Comunista (PCC), el proceso de consulta popular estaría iniciándose este lunes 13 de agosto para extenderse hasta el próximo 15 de noviembre, mediante «miles de asambleas» que tendrían lugar en centros laborales, estudiantiles y barriadas.

«Más allá de las celebraciones y la machacona cobertura mediática por el aniversario del natalicio de Fidel [Castro], aquí en La Habana no ha sucedido una sola asamblea para discutir las reformas constitucionales», aseguraba Walfrido Guevara , funcionario de la Asociación de Combatientes en una localidad del Cerro.

Según los anuncios publicados en el periódico Granma , órgano oficial del PCC, junto a las asambleas de consulta popular tendrá lugar el procesamiento de las propuestas realizadas por la ciudadanía.

«Equipos creados a nivel municipal, provincial y nacional tendrán la misión fundamental de organizar las propuestas recogidas […] y la información se trasladará diariamente mediante un sistema digitalizado, con las correspondientes medidas de seguridad informática», afirmaba este medio de prensa.

Trabajadores encuestados, en los municipios Boyeros y Arroyo Naranjo , declararon que ni siquiera fueron convocados por la administración «para al menos informar sobre el cronograma de las asambleas y de cómo será el proceso para proponer cambios o agregaciones», señalaba Tamara Castellanos , trabajadora de una Feria Agropecuaria.

«Las únicas «asambleas» están ocurriendo en las esquinas de los barrios, donde la gente discute caóticamente lo que debe incluirse o no en la nueva Constitución» opinaba por su parte Camilo Argüelles.

Un estudio demoscópico realizado el pasado mes de julio por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), reflejaría que solo el 17,66% de los cubanos consideró que las reformas constitucionales podrían conllevar a cambios transcendentales a su vida.

Aunque se presume que en el debate estarían incluidos los cubanos residentes en el extranjero –que sería su primera participación en asuntos políticos internos desde enero de 1959– el régimen no ha precisado si estos podrían participar del referéndum.

«Me acerqué al consulado cubano aquí en Alemania tan pronto leí la noticia y no tenían absolutamente ninguna información al respecto», confirmaría vía telefónica Abel Gamboa quien reside en Berlín hace dos décadas.

«Si no ha ocurrido nada dentro de la Isla, no tengo esperanza de que la diáspora pueda participar del proceso. Ocurrirá lo de siempre: lo que Dios quiera y lo que permita el Partido», opinaría Liván Oropesa , quien reside en México hace doce años.

La ratificación nacional de la nueva Carta Magna , también decretada por las autoridades del régimen en la Isla, está programada para ocurrir el 24 de febrero de 2019 .

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