Schulz arranca a Merkel «el fin de la austeridad en Europa»

El líder socialdemócrata y la canciller alemana avanzan hacia el acuerdo de gobierno, mientras una encuesta revela que un 54% de los alemanes rechaza la gran coalición

Angela Merkel, a su llegada a la sede del SPD para reunión con los socialdemócratas Afp
Rosalía Sánchez

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El texto del acuerdo para la gran coalición en Alemania está casi cerrado y los redactores ya han hecho incluso un repaso eliminando duplicaciones de asuntos que aparecen en varios capítulos, pero quedan por pactar 15 puntos «de tercera y cuarta fila», según fuentes cercanas a la negociación, y otros tres de primera línea: la equiparación de los seguros médicos , la normativa para los contratos temporales y el capítulo de finanzas , aunque esta tarde Martin Schulz cantó victoria en las redes sociales con un mensaje en el que anunciaba que había acordado con Merkel «el final de la austeridad».

El presidente del Partido Socialdemócrata adelantó que ha acordado con los conservadores de Angela Merkel una política europea que acaba con «la austeridad» y que las conversaciones sobre ese punto están ya «cerradas», añadiendo que todos comparten la idea de que Alemania «sólo tendrá un buen futuro en una Europa fuerte y unida».

El acuerdo al que se refería es el que contempla un aumento de las inversiones públicas, un presupuesto de inversiones para la eurozona y «el final de la política de la austeridad» , aclararon más tarde fuentes socialdemócratas al tanto de la negociación, puntos que ya habían quedado precocinados en las conversaciones de sondeo y a los que se ha añadido ahora además un «aumento de los medios en la lucha contra el desempleo juvenil y una tributación justa para empresas en Europa, especialmente los gigantes de internet como Google, Apple, Facebook y Amazon». «El acuerdo avanza en derechos laborales fuertes y un pacto social para Europa», proclamó Schulz, confiado en que el próximo gobierno de gran coalición de Berlín servirá para reforzar el Parlamento Europeo y facilitar la participación ciudadana en el debate para reformar la UE.

En medio de una intensa campaña entre los militantes del SPD contra el acuerdo de gran coalición, Schulz insistía en que este capítulo en concreto es «un éxito para nosotros como socialdemócratas», pero no bastará con fuegos artificiales europeos para convencer. Una encuesta de Forsa publicada ayer muestra que la mayoría de los alemanes, el 54% de los encuestados está en contra de la gran coalición .

Si hoy hubiera elecciones de nuevo en Alemania, los socios de la gran coalición no obtendrían ya mayoría suficiente para gobernar juntos, sumarían solamente el 47,5% de los votos, con el 30,5% de Merkel y el escuálido 17% de Schulz, que en otras encuestas desciende hasta el 14%.

Entre los militantes del SPD, que deben ratificar en votación el acuerdo , el porcentaje de rechazo a la gran coalición es sin duda mucho mayor. Por eso Merkel y Schulz están apurando el tiempo en busca de pactos que el socialdemócrata pueda presentar ante los suyos como conquistas. Entre ellos esta el «seguro ciudadano», que equipara los seguros médicos públicos y privados, y la prohibición de poner fin a los contratos temporales sin una «justificación material».

Los conservadores alegan que no se puede dar gusto a Schulz en estos puntos sin tocar el equilibrio presupuestario y la promesa electoral de la CDU de reducir la recaudación de impuestos en 15.000 millones anuales durante la próxima legislatura.

La incógnita del puesto de Schulz en el gobierno

Ambas partes destilan buen entendimiento y confianza en que este martes mismo, si no se presentan contratiempos extraordinarios, podrá presentarse públicamente el texto ya completamente cerrado . Para ello es necesario acordar qué puesto ocupará en el gabinete Martin Schulz. Él mismo anunció tras las elecciones que nunca formaría parte de un gobierno de Angela Merkel y al asumir la presidencia del SPD firmó un pacto tácito con Sigmar Gabriel según el cual, si el partido terminaba en el gobierno, Gabriel seguiría ocupando en cualquier caso la cartera de Exteriores, que es la que correspondería por tradición, junto a la vicecancillería, al líder del partido menor de la coalición.

La mayoría de los alemanes rechaza en las encuestas, por otra parte, que Schulz asuma un ministerio. Y el SPD está esperando el final de las negociaciones para volver a poner sobre la mesa la presidencia del partido. Y hasta que no quede dirimido el futuro de Schulz, sobre cuyo destino ni siquiera su propio partido se pone de acuerdo, tampoco pueden repartirse el resto de las carteras ministeriales, un problema que se suma a los factores de retraso del final de las negociaciones.

La protección del lobo, objeto de polémica

Aunque secundario, uno de los puntos más polémicos en la negociación ha sido, dentro del capítulo medioambiental, la protección del lobo. La ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks , muy implicada emocionalmente en la defensa de este animal en peligro de extinción en Alemania, pidió incluso romper con el estricto protocolo de negociación e irrumpir en la mesa más exclusiva, la de los 15 negociadores top, para presentar personalmente un alegato a favor del lobo.

Manuela Schwesig (SPD), estaba del lado de ampliar la protección al animal. «Él mismo es un cazador», sentenció por parte de la CDU Michael Grosse-Bromer , mientras que las juventudes socialdemócratas, los Jusos , muy críticos con la directiva del SPD, se burlaban en las redes sociales de este debate, que señalan como muestra de que su partido está olvidando los asuntos verdaderamente importantes.

Un negociador desde el quirófano

Merkel está negociando con una importante baja en el equipo. El secretario general de la CDU y uno de los más estrechos colaboradores de Merkel, Peter Tauber , ha tenido que pasar 38 días ingresado en un hospital debido a una operación de intestino, doce de ellos en la unidad de cuidados intensivos, lo que ha tenido a este hombre de confianza de la canciller alemana alejado de las negociaciones.

Fuentes de la CDU aseguran, sin embargo, que ha estado en contacto todo momento y que incluso en el preoperatorio se interesa por teléfono por la marcha de las conversaciones. Muchos de los asuntos no podían hablarse por teléfono, por lo que Merkel, el ministro de Interior, Thomas de Maiziére , el ministro de Salud, Herman Gröhe , y la presidenta regional de Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer , se han ido turnando para visitar a Tauber en el hospital y mantenerlo al tanto.

Sustitución de las salchichas Wurst

Si la fase de sondeo terminó con una sesión de dos horas consecutivas de negociación en las que el servicio de catering estuvo sirviendo como tentempié las típicas salchichas berlinesas Surry Wurst, en la fase de negociación formal han llovido las peticiones de los equipos negociaciones pidiendo un menú más clemente con los estómagos delicados. El líder de los socialcristianos de Baviera, Hosrt Seehofer , se ha dirigido personalmente a los responsables de la intendencia para solicitar que la salchicha berlinesa sea reducida a un porcentaje correspondiente al peso de la ciudad estado de Berlín entre el resto de los Bundesländer.

A sus 68 años, ha advertido también que las noches sin dormir no ayudará a formar una imagen seria del próximo gobierno porque son más bien «propias de un estudiante que prepara el examen la noche antes».

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