El precio de la cesta de la compra en Venezuela sube a ocho salarios mínimos

A los venezolanos no les alcanza el sueldo para comer lo indispensable. Ahora necesitan ganar 8,3 salarios mínimos para adquirir los productos de consumo básico que en septiembre tuvo un incremento de 22,3 por ciento.

El valor de la cesta de la compra subió a 61.897 bolívares (77,38 dólares al cambio del mercado negro de 800 bolívares) mientras que la gran mayoría de la población gana un solo salario mínimo de 7.421 bolívares (9,28 dólares) mensual con lo cual evidentemente los venezolanos pasan mucha hambre.

La inflación y la escasez de alimentos son sus principales enemigos. El Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) señaló que de agosto a septiembre la canasta alimentaria tuvo una subida de 22,3% y en lo que va de año se ha incrementado 336,6%.

El Cendas señaló que se necesitan 8,3 salarios mínimos para adquirir todos los productos para una familia de cinco miembros. El presidente Nicolás Maduro decretó un incremento del 30% del salario mínimo, equivalente a 9.648 bolívares (12 dólares) a partir del 1 de noviembre.

Pero además el mandatario obligó a marcar los precios de venta máxima al público en los productos desde las fábricas con lo cual restringe su comercialización. Los empresarios se quejan de que el gobierno no da divisas preferenciales para importar insumos y materias primas y tampoco reconoce la cotización del mercado negro de divisas por lo que se han visto obligados a paralizar la producción y cerrar empresas.

El gobernador Henrique Capriles sostiene que el gobierno no sabe cómo bajar la inflación que en diez meses acumula más de 160%. Sostuvo que los últimos anuncios del Ejecutivo en materia de precios a los productos, profundizan los controles y acentúan la escasez. «Con más ahogos a la economía no se va a solucionar la crisis».

El excandidato presidencial que perdió con 1,5 puntos frente a Maduro, señala que «se debe poner el país a producir para reactivar la industria nacional e ir a una unificación cambiaria, para acabar con el guiso que hay detrás de las asignaciones de dólares. Hay que destapar esa olla para que las divisas no terminen en los bolsillos de un grupito. Las divisas tienen que ir a nuestros agricultores, campesinos y productores. Es necesario creer y darle las herramientas al talento de nuestro país para lograr una Venezuela productiva, donde haya un equilibrio entre las empresas privadas y públicas».