Un niño sirio refugiado en Idomeni bebe agua
Un niño sirio refugiado en Idomeni bebe agua - EFE

Los países del Este no quieren que entre ni un refugiado más

La presidencia holandesa quiere que la Unión acoja a mil solicitantes de asilo al mes en cumplimiento del pacto con Turquía

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Los ministros de Interior de la Unión Europea se han puesto de acuerdo con una sorprendente rapidez para lanzar nuevos mecanismos de control de fronteras exteriores, como la norma para crear el registro de nombres de pasajeros y el concepto de la creación de un cuerpo de guardafronteras que podría estar en funcionamiento en cuestión de meses. Sin embargo, la diligencia ha desaparecido en cuanto se ha puesto sobre la mesa la aceleración del reparto y reubicación de refugiados. La presidencia holandesa ha pedido a los demás países que se den prisa por empezar a cumplir con los compromisos adquiridos con Turquía, para que Ankara mantenga su parte del pacto y siga conteniendo la llegada de más demandantes de asilo a las islas griegas, a pesar de que hay países que insisten en que no se sienten concernidos por el reparto pactado en la UE.

En realidad, el polémico acuerdo con Turquía pende de un hilo. Los gobiernos europeos esperan conocer cuál es el informe de la Comisión sobre el grado de cumplimiento de las autoridades turcas de los requisitos para que se le conceda la exención de visado de entrada para viajes cortos. El presidente turco, Tayip Erdogan, ha dicho claramente que si no se retira la obligación de viajar con visado para los turcos, considerará que el acuerdo no es válido. Por ahora, según los datos ofrecidos ayer por la Comisión Europea, desde el 18 de marzo, cuando se firmó el acuerdo, 325 migrantes llegados ilegalmente a Grecia han sido expulsados Turquía y a cambio 103 sirios que estaban en Turquía han sido llevados a Europa. Nada que ver con la idea de la presidencia holandesa de traer a Europa unas mil personas al mes de media, para lanzar un mensaje claro hacia Ankara de que el mecanismo funciona.

Al contrario, ha habido varios países como Polonia y Hungría que han dicho directamente que no quieren aceptar refugiados sirios y otros que aseguran que lo harán pero siempre que no se considere una obligación. Y en cuanto a la idea de acceder a que los turcos puedan entrar en Europa sin visado, se ha abierto una discusión sobre su oportunidad. Esta semana, la Comisión ha dicho que está lista para aceptar que ese tratamiento se empiece a aplicar para los ucranianos. Si se sumase Turquía, hay ministros que han hecho cuentas y que creen que «hay que pensar si es razonable abrir las fronteras a países que suman cientos de millones de habitantes».

La decisión de conceder o no la exención de visado a Turquía la deberá tomar en última instancia el Consejo, así que según fuentes diplomáticas, se prevé una discusión «muy complicada» y en la que se descarta en cualquier caso que haya una mayoría para aceptarlo sin que Turquía haya cumplido todos y cada uno de los requisitos técnicos y legales que se le exigen a otros países, a pesar de que para los turcos parece haberse entendido que esa decisión se tomará a fecha fija, en julio, e independientemente de si se han completado los requisitos.

Datos de pasajeros

Pero si en la cuestión migratoria la situación sigue sin avanzar claramente, los ministros pudieron anunciar ayer formalmente la adopción final de la decisión para crear el registro europeo de datos de pasajeros aéreos (PNR en inglés), con el que esperan poder interceptar el tránsito de yihadistas. Los países disponen de dos años para poner en funcionamiento una legislación que obliga a las compañías aéreas a entregar a las autoridades nacionales los datos de sus pasajeros en los vuelos extracomunitarios con salida o llegada a la Unión Europea. Los países que lo consideren -casi todos- pueden extender esta obligación a los vuelos que se operen entre su territorio y otros países comunitarios.

Estados Unidos y otros países ya aplican este registro. En Europa, los datos recogidos sólo podrán ser utilizados para combatir o prevenir delitos de terrorismo y crimen organizado. Los datos sólo se podrán guardar en su integridad durante un plazo de seis meses. Pasado ese tiempo, los nombres «enmascararán» automáticamente y el resto de la información se conservará aún durante cuatro años y medio.

Los ministros salideron de la reunión además con la impresión de que la presidencia holandesa tiene muchas posibilidades de presentar un acuerdo sobre la creación de una fuerza europea de guardafronteras antes del fin del semestre. Un proyecto que apenas hace un par de años parecía una utopía se ha tramitado a una velocidad inaudita. La base de la propuesta de la Comisiónes que los países miembros pongan a disposición de esta fuerza un total de 1500 agentes para ser deplegados en cualquier frontera en cuestión de días. A diferencia de lo que quería la Comisión, el acuerdo que se empezó a pergeñar ayer incluye salvaguardias para que no pueda ser desplegada sin el acuerdo previo del país afectado.

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