Entrevista

Napoleoni: «Los italianos ven como una victoria de Salvini la decisión de Sánchez con el Aquarius»

La economista italiana Loretta Napoleoni analiza el impacto en Italia de las medidas del nuevo Gobierno italiano y el creciente cisma europeo en torno la crisis de los inmigrantes

La economista italiana Loretta Napoleoni ÓSCAR DEL POZO
F.J. Calero

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Desde la llegada al poder en Italia de Liga Norte y Movimiento Cinco Estrellas la política migratoria se ha vuelto cada vez más tóxica pese al descenso de llegadas por el mar Mediterráneo a Europa. Matteo Salvini, ministro de Interior, se ha apoyado en el problema migratorio para disparar a su Liga en las encuestas con el beneplácito de la mayoría de los italianos, que culpan a los inmigrantes de los problemas de la economía, estancada desde hace una década.

«El Movimiento 5 Estrellas piensa lo mismo que Salvini: está en contra de la inmigración, no a favor. Tienen un contrato de trabajo y este elemento es fundamental. La inmigración en Italia es muy importante porque la gente está harta de la crisis económica, la economía no funciona y creen que la culpa es de los inmigrantes. Es una propaganda populista. Y el M5E está siguiendo la agenda Salvini», explica a ABC la economista italiana Loretta Napoleoni (Roma, 1955), autora del libro «Traficantes de Personas», donde disecciona el negocio de los secuestros del terrorismo global y la crisis de los refugiados. En su libro, Napoleoni escribe que «traficantes de hombres y mujeres no son distintos de los comerciantes de esclavos del siglo XVIII, ni de los colonizadores del siglo XIX, ni de los nazis del siglo XX: todos ellos creyeron también que tenían derecho a disponer libremente de las vidas de otras personas».

¿De qué está hablando el ministro Matteo Salvini cuando habla de «tráfico de seres humanos» y «negocios en la inmigración ilegal»?

Lo que dice Salvini es propaganda. En suelo italiano no hay este tráfico, es el de Libia hasta aguas internacionales. A los migrantes los recogen principalmente las ONG. No se puede hablar de tráfico en Italia. La realidad es que está el tráfico en Libia, África, y no podemos hacer nada. Bloquearlos en el mar así no es legal según la ley internacional del mar. Es propaganda, pero esto funciona muy bien ahora en Italia.

¿Cuánto dinero destina el Estado italiano a cada inmigrante?

El Gobierno destina por cada migrante 35 euros diarios, pero de este dinero ellos se llevan solo de 2 a 5 euros, el resto va a parar a las organizaciones, religiosas y no religiosas, que hacen asistencia social a los inmigrantes. Eso de que los inmigrantes cuestan cada año 5 millones de euros no es verdad, es una inversión en la economía italiana a través de esas organizaciones solidarias.

¿Puede legalmente Salvini seguir cerrando los puertos a las ONGs extranjeras?

No es legal, pero lo puede seguir haciendo. Y Salvini no es el único que lo hace. Malta también lo ha hecho. La soberanía nacional de Italia, Malta y todos los países corresponde a sus gobiernos.

¿Tiene la UE algún mecanismo para hacer que Salvini cumpla la ley?

La UE no puede hacer mucho porque al final Salvini puede decir: «Vamos a hacer lo que queramos». La UE puede intentar un procedimiento legal que puede llevar años. Tiene que resolver la cuestión por canales diplomáticos: esta semana con el encuentro oficial (Consejo Europeo), pero no sé si encontrarán una solución… los italianos quieren un cambio del Pacto de Dublín, y para cambiar los tratados de Europa no es fácil. Necesita un procedimiento muy largo, no se puede resolver ahora como quiere Salvini. También tiene oposición de los países del norte, como Holanda, que no quieren cambiar el tratado. Vamos a ver lo que pasa. Este es un tema muy caliente, es un tema sobre el que se puede desarrollar una crisis profunda de la Unión, más peligrosa aún que la del euro.

La tensión por la inmigración sube en Europa pese al descenso de llegadas por el Mediterráneo. Y Salvini subiendo en las encuestas...

Los italianos no saben lo que pasa en realidad. Salvini habla de números que no son ciertos. Ayer mismo, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, presentó un dato falso. Los italianos piensan que todos los inmigrantes se quedan en Italia. El problema es potencial. Las fronteras están cerradas. Los franceses no les dejan cruzar las fronteras, tampoco los austriacos. Hasta ahora, los inmigrantes llegan y se van al norte de Italia y los italianos no hacen nada. Si termina Schengen, no pueden irse al norte y se tienen que quedar en Italia. Dublín dice que si llegan a Italia tienen que quedarse en Italia. Ahora con las fronteras cerradas se van a quedar aquí. El problema no es presente sino de futuro. Salvini hace una política populista.

«Europa es un continente de viejos»

¿Cómo han visto los italianos la decisión del presidente español, Pedro Sánchez, de abrir el Puerto de Valencia al Aquarius?

En Italia la mayoría de la gente lo ha visto como una victoria de Salvini, no como un acto humanitario de España. Y Salvini ha dicho: «Hemos hecho lo que debíamos, las cosas se van a arreglar». Es decir, el hombre fuerte que siempre vence. Es ridículo.

Cuestión de testosterona.

Sí, eso es (ríe).

Si en Europa la cifra de llegadas por el Mediterráneo ha bajado, en España ha subido notablemente en las últimas semanas. ¿Puede reactivarse la ruta occidental de Marruecos a España?

Sí, la ruta occidental puede activarse y ser la alternativa. Pero ahora la ruta más popular es la de Libia. Llegan todos de allí. El Gobierno de Marruecos tiene un control mayor de la frontera. Pero, ojo, ayer fue Salvini a Libia y este país rechazó la idea de los centros de inmigrantes. El Gobierno ha cambiado de actitud y será más difícil. Puede verse la activación de la ruta de Marruecos, aunque será difícil que reciba el mismo tráfico que en Libia.

El problema del internamiento es muy serio. Esto puede favorecer a los traficantes. Está la posibilidad de traficar allí con ellos por la corrupción, la criminalidad… es peligroso para un gobierno tener este tipo de personas: luego qué hacen con ellos

Libia ha rechazado acoger en el desierto los centros de recepción e internamiento que propone Salvini.

El problema del internamiento es muy serio. Esto puede favorecer a los traficantes. Está la posibilidad de traficar allí con ellos por la corrupción, la criminalidad… es peligroso para un gobierno tener este tipo de personas: luego qué hacen con ellos. Lo que ha dicho Libia es muy importante: nosotros no vamos a hacer más. Es una señal de que las cosas cambian en África también. En Turquía al final ha sido un arma peligrosa para Europa, si hay un número tan alto de inmigrantes en los campos puede ser un arma para chantajear a la UE. Erdogan amaga cada cierto tiempo con abrir los campos...

¿Están grupos yihadistas como Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) vinculados al tráfico de migrantes?

AQMI está entre los traficantes, hace este tipo de trabajo. Pero no solo ellos: ahora el tráfico es de bandas criminales y yihadistas, es una mezcla increíble. Todo esto tiene un elemento de desestabilización política de las regiones donde se mueven los migrantes. Los países de África del Norte no quieren hacer este negocio porque es muy peligroso para su estabilidad.

¿En Italia hay empresarios que estén haciendo negocio con los inmigrantes?

Hablo especialmente de Noruega, porque el Gobierno respalda a privados para la asistencia de los inmigrantes. En Italia hay propietarios de hoteles, en condiciones no muy buenas, en regiones donde no hay turistas y que se han convertido en centro para inmigrantes.

Dicen que el trabajo de salvamento de barcos como el Proactiva Open Arms favorece a las mafias de la inmigración. ¿Qué opina de esto?

No creo que se esté favoreciendo a las mafias. Es un poco como el discurso de los rehenes: si se paga vamos a tener más secuestros pero si no se paga, morirán. Es un discurso moral.

En las páginas de ABC el intelectual francés Guy Sorman proponía el pasado lunes una «solución liberal» para la crisis migratoria: crear un mercado de visados de trabajo.

Puede ser una solución: un visado para ellos en los países de donde salen. Necesitamos mano de obra joven. Necesitamos jóvenes. Europa es un continente de viejos. Consistiría en hacer un proceso legal internacional en los países de donde salen para evitar atravesar el desierto, el mar… necesitamos una inmigración controlada, y no que esté en las manos de los traficantes. Es una decisión política, no económica.

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