A Agustina Castro Ruz el triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959, le sorprendió en Europa
A Agustina Castro Ruz el triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959, le sorprendió en Europa - ABC

Muere Agustina Castro Ruz, la hermana menor del dictador cubano

Raúl Castro es el único de los siete hermanos que queda con vida en la isla. Juanita y Emma residen en Miami y México, respectivamente

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Agustina del Carmen, la menor de los siete hermanos Castro Ruz, ha muerto este domingo en La Habana a los 78 años por las complicaciones de una fractura de cadera, según informaron familiares en Miami. Con su fallecimiento, el del líder del castrismo, Fidel Castro, el pasado 25 de noviembre; el de Ramón, el 23 de febrero de 2016; y el de Ángela, el 28 de febrero de 2012, el actual presidente de Cuba, de 85 años, es el único de los hermanos que queda con vida en la isla. Juanita (1933) reside en Miami y Emma (1935) en México.

Nacida el 28 de agosto de 1938, la menor de los Castro llevaba una vida apartada del poder, en su casa del Nuevo Vedado

(La Habana). En pocas ocasiones se la vio en público y destacaba por su carácter conciliador en una familia complicada. Se casó con un pianista reconocido, Silvio Rodríguez Cárdenas, quien tenía una mala relación con su familia política y se marchó a Estados Unidos en la década de los noventa. El matrimonio tuvo tres hijos. Lina Rodríguez Castro vivía con su madre en Cuba; Ángel y Silvio residen en Orlando (Florida), donde el pianista murió en 2009.

Los dos hijos varones viajaron el domingo a La Habana para asistir al funeral de su madre. No así Juanita Castro, crítica del régimen cubano y residente en Miami, quien informó de la muerte de Agustina al diario El Nuevo Herald. «Estaba muy enfermita y depauperada», tras la operación la herida «se le infectó y todo fue peor», explicó.

Discreta y creyente

Alina Castro, la hija rebelde que Fidel Castro tuvo con Naty Revuelta, ha recordado que su tía «cantaba como una diosa (...) interpretó el Ave María el día en que bautizaron a mi hija». La describe además como una persona «muy discreta, una católica muy creyente». Juanita Castro aseguró en sus memorias que era una mujer «dedicada de lleno a la religión» que vivía «humildemente en Cuba alejada de todo y de todos».

Ver los comentarios