África

Mnangagwa se convierte en presidente de Zimbabue tras la «dimisión» de Mugabe

Ha jurado el cargo en el estadio de Harare ante decenas de miles de zimbabuenses y en presencia de varios presidentes de la región, así como el jefe del Ejército, general Constantino Chiwenga, y otros altos cargos militares y del ZANU-PF

Emmerson Mnangagwa presta juramento como presidente en Harare AFP
Alba Amorós

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Emmerson Mnangagwa ha tomado posesión del cargo de presidente de Zimbabue este viernes, el segundo que tiene el país desde su independencia en 1980 y el tercero en su historia, poniendo fin así a la crisis política que empezó el 14 de noviembre con la intervención militar que se saldó a la postre con la dimisión de Robert Mugabe .

El exvicepresidente juró su cargo como Jefe de Estado y de Gobierno y Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Zimbabue en el Estadio Nacional de Deporte, con capacidad para 60.000 personas, ante miles de simpatizantes y varios líderes políticos.

Se esperaba una gran asistencia a la ceremonia de investidura del presidente interino, y los zimbabuenses cumplieron las expectativasno. El gobierno fletó el jueves 125 autobuses desde las 10 provincias para asistir al esperado evento. El Estadio Nacional de Deportes de Harare se llenó desde primera hora (sobre las 6:30 de la mañana) para asistir a este “día histórico” para el país del sur de África. Mnangagwa, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad y acompañado de su mujer Auxilia, fue recibido entre aplausos por los eufóricos asistentes. Sobre las 10:30, el presidente, apodado “ El Cocodrilo”, juraba su cargo ante el presidente del Tribunal Supremo, Luke Malaba.

"Yo, Emmerson Dambudzo Mnangagwa, juro que como presidente de la República de Zimbabue seré fiel a Zimbabue y obedeceré y defenderé la constitución y todas las demás leyes del país", dijo. Su juramento fue celebrado con gritos de júbilo de los asistentes.

A la ceremonia no faltó el jefe de Ejército, el general Constantino Chiwenga , así como varios representantes de la política zimbabuense. La oposición, que también asistió al evento, instó a Mnangagwa, quién ha sido parte de la élite gobernante durante años, a que ponga fin a la " cultura de la corrupción ". En la agenda del nuevo presidente de Zimbabue está sacar el país de la grave crisis económica en la que se encuentra.

Discurso inaugural

Mnangagwa prometió en su primer discurso como mandatario que su principal objetivo será estabilizar el país y luchar contra la corrupción . Asimismo, el nuevo presidente de Zimbabue ha convocado elecciones en 2018 tal y como estaba previsto antes de que estallara esta crisis política y espera que éstas se desarrollen de manera pacífica.

El presidente provisional elogió el trabajo y el legado del "padre de la nación" (Mugabe): "Permítanme rendir homenaje a uno de los padres fundadores de nuestra nación, el camarada Robert Gabriel Mugabe. Aceptemos y reconozcamos su inmensa contribución a la construcción de nuestra nación ", dijo Mnangagwa.

Consciente de los graves problemas que tiene el país debido, en parte, a la mala gestión del gobierno anterior, Mnangagwa destacó el duro trabajo que tienen por delante: "No podemos cambiar el pasado, p ero hay mucho que podemos conseguir hoy , sin olvidar lo que ha sucedido. La tarea que tenemos ante nosotros es mucho más grande que competir por un cargo político", proclamó.

El discurso de Mnangawa no comulga con la política del gobierno de Mugabe, acusado de servir solamente a un a minoría de élite: "Serviré a todos, a todos aquellos que consideran a Zimbabue como su hogar", dijo Mnangagwa.

"Unamos nuestros esfuerzos para construir juntos este gran país. Que Dios bendiga a Zimbabwe. La voz del pueblo, es la voz de Dios", concluyó su discurso inaugural.

La esperada ausencia

En un primer momento se dijo que el presidente saliente asistiría al acto de investidura porque quería despedirse, sin embargo, debido a los agitados acontecimientos de la última semana, se optó por dar un tiempo de descanso a Mugabe, de 93 años. El exlíder del Zanu-PF expresó sus buenos deseos y su apoyo al presidente entrante , quien fuera su fiel aliado hasta hace poco. Mnangagwa aprovechó para asegurarle a él y a su familia la máxima seguridad y bienestar en Zimbabue y además le prometió que preservaría la ley y mantendría el orden en todo el país.

Esta ceremonia supone el broche final a una semana de intensas negociaciones y tensión entre los militares, el partido gobernante, el presidente saliente y Mnangagwa. El pasado domingo el Zanu-PF nominó al “Cocodrilo” tanto para dirigir su partido como el gobierno. Dos días después, Mugabe renunciara al poder tras 37 años al frente del país. La crisis se desató cuando el veterano líder despidió a su vicepresidente el pasado 6 de noviembre para allanar el camino a su ambiciosa mujer, Grace Mugabe.

Primeras felicitaciones

El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, fue de los primeros en felicitar a Mnangagwa y dijo que espera que dirija con éxito a su país en esta transición de poder tras casi cuatro décadas de gobierno de Mugabe. Zuma no pudo asistir al acto de investidura debido a que tenía una visita de Estado programada con su homólogo angoleño, Joao Lorenço.

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