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Un muñeco que representa a Nicolás Maduro, en llamas durante la celebración católica de la «quema de Judas» en Caracas - REUTERS

Maduro saca a los militares a la calle ante la protesta de mañana

Queman muñecos del presidente y otras figuras del chavismo

Corresponsal en Caracas Actualizado: Guardar
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En vísperas de la «megamarcha» convocada para mañana en Caracas para exigir una salida electoral a la crisis que sufre Venezuela, el presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, se emplea a fondo para frenar a la oposición. Militares de la Fuerza Armada Nacional (FNA) escenificaron ayer su lealtad al régimen chavista y desfilaron desarmados en la conmemoración del séptimo aniversario de la milicia, el quinto componente de la fuerza armada que creó el difunto Hugo Chávez.

El presidente venezolano había ordenado que ayer se desplegara a «toque de diana» la Fuerza Armada por todo el territorio nacional para demostrar que se mantendrán junto a él ante el pulso de la oposición. «La FAN se apega a la Constitución y cumple su tarea bajo su mandato, mi comandante en jefe», dijo el ministro de Defensa en el acto que tuvo lugar en el Palacio de Miraflores, sede de la presidencia.

Trataba de zanjar así las llamadas de los opositores a los militares para que se pongan «al lado del pueblo». En ese sentido, el propio Maduro advirtió: «No es tiempo de traición, que cada quien se defina, si está con la patria o en contra de ella, no es tiempo de traición es tiempo de lealtad».

Maduro denunció el domingo un intento de la oposición de impulsar un plan para generar un golpe de Estado durante la Semana Santa y ayer animó al pueblo a lanzarse a las calles a las calles y «tomar el poder total» en caso de que «la ultraderecha» pretenda «imponer alguna forma de golpe de Estado».

En este sentido, anunció la aprobación de los planes de expansión de la Milicia Nacional Bolivariana a 500.000 miembros durante este año. «Un fusil para cada miliciano, están aprobados los recursos», señaló. Ayer, los miembros de la milicia que desfilaron ante él eran en su mayoría mujeres y ancianos que portaban a sus espaldas los antiguos fusiles FN30.

Por otra parte, el aparato represor chavista sigue empleándose a fondo. La oposición denuncia el uso de la tortura para lograr declaraciones incriminatorias, mientras el mandatario amenaza con encarcelar a los dirigentes del partido Primero Justicia por presunta «conspiración terrorista».

En una cadena televisiva, Maduro presentó tres vídeos como evidencia de la supuesta conspiración «terrorista». El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, calificó a Maduro de torturador de jóvenes y le acusó de «crímenes de lesa humanidad». «Le muestras al país testimonios que nacen de torturas», aseguró Borges, que añadió que no se puede llamar al diálogo basado en la represión. «El único diálogo son las elecciones generales», remachó.

Queman figuras de Maduro

Pese al empleo de la fuerza y las amenazas de Maduro, numerosos dirigentes de la oposición insistieron ayer en pedir la participación en la marcha de mañana en Caracas.

Entre tanto, este Domingo de Resurrección, por cuarto año consecutivo, Nicolás Maduro fue el personaje favorito en la popular «quema de Judas». Los opositores participantes plantaron fuego a muñecos de trapo que representaban al presidente, así como a otros que encarnaban al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, y el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, entre otras figuras del régimen chavista.

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