CLAVES DE LATINOAMÉRICA

Maduro intenta organizar una fuerza militar irregular por temor a un giro del Ejército

La pasada conspiración de Padrino y posibles contactos de Cabello con Washington llevan al líder chavista a apoyarse en las guerrillas colombianas

Emili J. Blasco

La progresiva pérdida de capacidad de fuego de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) –por la reducción de presupuesto y las crecientes deserciones–, así como el riesgo de la ascendencia sobre el generalato por parte de Diosdado Cabello –cuyo poder dentro del régimen se ha estado consolidando de nuevo los últimos meses–, estaría llevando a Nicolás Maduro a intentar organizar un ejército irregular que responda con eficacia a su autoridad.

En esa dirección cabe entender la decisión de Maduro de promover la expansión del Ejército de Liberación Nacional ( ELN ) de Colombia en territorio venezolano y auspiciar su unión con los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Animado en este diseño por Cuba, Maduro contaría para esta operación con el apoyo de material y de capacidades de comunicación aportadas por Rusia.

El chavismo ha tenido históricamente más afinidad con las FARC, pero su amplia desmovilización convierte al ELN en estos momentos en un socio más decisivo y aconseja la convergencia de ambos grupos en Venezuela. Dada la libertad de movimientos por la protección gubernamental que reciben, esos combatientes no tienen que comportarse como insurgencia o guerrilla, sino que pueden actuar como un ejército irregular, que además puede reclutar abiertamente. Se trata de una fuerza más efectiva, con experiencia en combate, que la Milicia Bolivariana, cuyas filas se han ido rompiendo con el éxodo de millones de venezolanos.

Padrino y Cabello

La conspiración contra Maduro llevada a cabo por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino , destapada a finales de abril y que a punto estuvo de consumar el cambio presidencial, así como la revelación de que Estados Unidos ha estado dispuesto a abrir conversaciones con Cabello han hecho a Maduro especialmente desconfiado sobre la fidelidad que puede guardarle la cúpula militar.

No es ya solo su miedo a la acción de algún comando de la Armada, la rama militar sobre la que siempre se ha mostrado suspicaz, por haber sido especialmente refractaria al chavismo, sino que ahora su temor se dirige también al Ejército.

«Por si a Cabello, que en un momento dado puede hacerse con el Ejército, se le ocurre cualquier cosa, Maduro quiere tener un ejército irregular que solo responsa a sus órdenes», afirma Antonio de la Cruz, director ejecutivo de Inter-American Trends, quien sigue con detenimiento el pulso de poder dentro del chavismo.

Menos compras de armamento

A pesar de la imagen que ha querido darse con las maniobras realizadas las dos últimas semanas en la frontera con Colombia, en las cuales habrían participado 3.000 uniformados, la realidad es que la capacidad de fuego de la FANB se está viendo afectada por la grave crisis que atraviesa el país.

Un informe del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo ( SIPRI ), que es el principal centro de estudios sobre comercio mundial de armamento, considera que, si bien «los militares mantienen su fuerza» en el ecosistema de poder chavista, importantes elementos como las dificultades presupuestarias, la reducción en la compra de armamento y las deserciones pueden haber reducido la funcionalidad de la FANB.

Convertido por el chavismo en el primer país latinoamericano en compra de armas, Venezuela tuvo un récord de adquisiciones en 2007 y 2008; las cifras descendieron después por un bache momentáneo en los precios del petróleo durante la gran recesión mundial, para alcanzar luego en 2013 un nuevo pico de compras. Desde 2014, sin embargo, el volumen de adquisiciones se ha visto drásticamente reducido, debido a los menores ingresos del Estado por el abrupto desplome del precio del crudo ese año, en el que la adquisición de armamento cayó a una cuarta parte.

Así pasó de gastar 988 millones de TIV –un valor que usa el SIPRI para sus cálculos– en 2013, a gastar 203 millones en 2014, 133 millones en 2015, 210 millones en 2016 y solo 32 millones en 2017. Los tres últimos años los países proveedores fueron China y Ucrania.

En cuanto al presupuesto oficial, SIPRIS estima que ha ido a la baja desde 2014. El Gobierno ha intentado compensar a los militares con partidas del FONDEN (Fondo de Desarrollo Nacional), que no requieren autorización parlamentaria. Sin embargo, al verse afectado el FONDEN por los precios del petróleo, el Gobierno ha buscado otros modos de asegurar ingresos a la FANB, como la participación en la provisión de alimentos.

Deserciones y rusos

Por otra parte, desde febrero de este año alrededor de 560 soldados que reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela huyeron a Colombia, como se recoge en el informe de SIPRI. Pero el grado de deserción es más elevada, dado que la mayoría de quienes se ausentan de sus cuarteles no se reportan como militares a las autoridades del país al que llegan.

La periodista Sebastiana Barráez ha difundido un documento de la FANB en el que se lista a 219 oficiales «ausentes de sus unidades, sin autorización». No está claro si es la única lista realizada; en cualquier caso, si ese es el volumen de deserción entre la oficialidad, parte de la cual se encuentra en una situación privilegiada, es de suponer que sea bastante mayor entre los suboficiales y la tropa.

Precisamente Barráez aportaba recientemente un dato que alimenta las sospechas sobre la posibilidad de que Maduro esté organizando un ejército irregular. Testimonios locales indicaron haber visto a soldados rusos mientras accedían a un cerro en el área de la ciudad de San Cristóbal, utilizando accesos que estuvieron protegidos por el ELN. Es de suponer que, tratándose de un cerro, tuviera que ver con instalaciones de antenas para comunicaciones.

El experto Antonio de la Cruz sugiere que los efectivos de la empresa militar privada rusa Wagner llegados hace unos meses a Venezuela podrían estar implicados en estos planes de Maduro. En redes sociales se ha reportado haber visto a personal ruso en uniforme de fatiga venezolano en Fuerte Tiuna, la principal instalación militar de Caracas.

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