Macron elige «comodines» para su pequeño cambio de Gobierno
El presidente opta por nombrar ministros sin peso político tras la dimisión de Hulot y Flessel
El aldabonazo de la dimisión de Nicolas Hulot como ministro de la Transición ecológica ha «concluido» con un micro cambio de gobierno que deja sin resolver los problemas de fondo.
Gran comunicador millonario, y ecologista muy famoso, Hulot dimitió la semana pasada, abriendo una crisis política de cierto calado . Ha sido sustituido por François de Rugy, ecologista «fofo» y expresidente de la Asamblea Nacional. Un peso pesado de la vida política nacional es sustituido por un «comodín» insignificante.
Queda sin zanjar la cuestión esencial: ¿qué política ecológica para una Francia cuyo parque de centrales nucleares -el más importante del mundo- asegura el 75% del consumo nacional de electricidad? Hulot se marchó tras dieciséis meses de enfrentamientos sin soluciones políticas a la altura de sus esperanzas. El nuevo ministro de la Transición ecológica nacional tendrá mucho menos peso político y Macron parece alejarse de sus primeras «veleidades».
Laura Flessel, por su parte, decidió ayer dimitir como ministra de Deportes . Fue sustituida por Roxana Maracineanu, nadadora francesa nacida en Rumanía. Se trata de un cambio puramente cosmético, sin alcance político mayor.
La crisis gubernamental precipitada por la dimisión de Hulot se cierra parcialmente en falso. Emmanuel Macron sigue asumiendo todos los poderes , eclipsando a un gobierno de escasa visibilidad política, cuando el partido del presidente, La República En Marcha (LREM), comienza a dar signos de crisis y tensiones, con una identidad hipotecada a su mera condición de «corre de transmisión» de un presidente malquerido por la opinión pública.
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