El expresidente brasileño Lula da Silva, durante una rueda de prensa en Sao Paulo
El expresidente brasileño Lula da Silva, durante una rueda de prensa en Sao Paulo - AFP

Lula da Silva irá a juicio por presunta corrupción

El juez federal estudiará la concesión de varios contratos irregulares a través de la compañía estatal Petrobras. Se le acusa de corrupción pasiva y blanqueo de capitales

La defensa del exmandatario ha achacado a la «parcialidad» del juez la toma de la decisión, a la vez que han añadido que el magistrado cuenta con un historial de «persecución y violación de las garantías fundamentales»

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Luiz Inácio Lula da Silva, el que fuera presidente de Brasil entre 2003 y 2011, será finalmente juzgado por presunta corrupción. Será la propia Justicia la que dirimirá si el presidente había aceptado 3,7 millones de reales -en total un millón de euros- en sobornos a cambio de conceder contratos irregulares a través de la compañía estatal Petrobras. La trama ya ha incluído a múltiples políticos de renombre en el país latinoamericano, y el propio exmandatario ya había sido detenido durante la investigación de este caso.

Los investigadores sospechan que Lula aceptó un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de una de las empresas constructoras que se beneficiaron de la trama en la petrolera estatal Petrobras, que consistía en cobrar comisiones a cambio de contratos públicos.

La acusación de la Fiscalía, conocida la semana pasada, recoge unos presuntos delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales relativos. El juez Sergio Moro ha entendido que existen suficientes indicios para juzgar al expresidente, según el periódico «O Globo».

Lula, sin embargo, ha negado cualquier delito. «Prueben una corrupción mía y me iré a pie para ser encarcelado», proclamó la semana pasada desde Sao Paulo, en un emotivo discurso en el que lloró hasta tres veces. Su defensa ha asegurado que el juez Moro, encargado de llevar adelante la causa, «ha perdido su imparcialidad», ya que cuenta con un historial de «persecución y violación de las garantías fundamentales». Además, consideran que los cargos que se le imputan al exmandatario con «impuestos», puesto que, según su versión, Da Silva «jamás» cometió dichos crímenes».

El juez Moro, previamente, aclaró que la aceptación de la denuncia no implica que los acusados cuenten con responsabilidad criminal, algo que tiene que ser demostrado por la Fiscalía, y dijo que necesita dejar eso claro debido a que la presencia de Lula entre los acusados «puede dar al caso reacciones de toda especie fuera del proceso».

Además de Lula, Moro abrió este martes también un proceso a otras siete personas: la esposa del exmandatario, Marisa Leticia Lula da Silva; el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto; el expresidente de la constructora OAS Leo Pinheiro y otros cuatro ejecutivos de esa empresa.

Esta causa no es la primera abierta contra Lula, puesto que tiene pendiente otra investigación federal en Brasilia por un supuesto delito de obstrucción a la justicia. En este caso, se analiza si intentó comprar el silencio del ex director de Petrobras Nestro Cervero, uno de los delatores de la operación «Lava Jato».

Por otra parte, las autoridades también indagan en la compra de un inmueble en Atibia con la ayuda de Odebrecht, otra de las compañías señaladas.

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