Pedro Rodríguez - DE LEJOS
Londres y Washington
Dos democracias de referencia comparten las peores consecuencias del nacional-populismo
Churchill, de madre neoyorquina y padre londinense, al definir la «relación especial» entre Gran Bretaña y Estados Unidos insistía en su historia común, una lengua más o menos compartida, culturas convergentes, responsabilidades repartidas, y sobre todo, la importancia de haber luchado dentro del mismo bando ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete