Lilian Tintori: «Los presos políticos deberían estar en libertad ya, así lo ha reconocido la ONU»

En cuanto Leopoldo López, líder opositor del partido Voluntad Popular, se entregó a la justicia venezolana encomendó a su esposa, Lilian Tintori, ser su voz. No fue un encargo cualquiera. López reconocía en su esposa un valor predominante en los deportistas: la resistencia. Así, esta maratonista y también experta en «kitesurf» ha resuelto emprender otro combate por la liberación de los 76 presos políticos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

En este peliagudo maratón ha visitado al Papa Francisco, en el Vaticano, al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y otras figuras en Europa y América. Es una carrera cuyo mensaje reitera Tintori: «Mi esposo solo está preso por haber llamado las cosas por su nombre y desenmascarar a un régimen que viola sistemáticamente los derechos de los venezolanos».

Hoy Tintori cree que la meta está cerca y coloca especial empeño en los próximos días, pues está por debatirse en el seno del nuevo parlamento –dominado por la oposición– una ley de amnistía que puede sacar a su esposo y el resto de los presos políticos de las celdas.

–¿Es posible la libertad de los presos políticos mientras Maduro esté en el poder?

–Deberían estar en libertad ya, no hay ninguna razón para que sigan en prisión. Como lo ha reconocido Naciones Unidas al menos en cinco ocasiones e instancias diferentes, y las organizaciones más influyentes de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch: Leopoldo y los presos políticos deben salir en libertad de inmediato. A ese pedido se han sumado varios presidentes del mundo, entre ellos Mariano Rajoy de España, Barack Obama de Estados Unidos, Mauricio Macri de Argentina, Horacio Cartes de Paraguay, Luis Guillermo Solís de Costa Rica, David Cameron de Gran Bretaña y el primer ministro de Francia, Manuel Valls. También lo han hecho así múltiples parlamentos como el Europeo. Cada día que pasa es un día en que Nicolás Maduro se hunde todavía más. Todos nosotros sabemos que Maduro utiliza la justicia para perseguir políticamente a los opositores y hacer eso es un delito.

–¿Cuál es la salida a la crisis venezolana?

–Es una salida pacífica constitucional y democrática, recuperando la institucionalidad, todos los poderes, que hasta ahora estuvieron secuestrados por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, trabajando en unidad con honestidad y compromiso para encontrar soluciones a los problemas de todos los venezolanos. El camino está lleno de dificultades: recuperamos el parlamento, uno de los cinco poderes de Venezuela, pero aún siguen las colas, la inflación, la inseguridad y la persecución. Esa recuperación de la Asamblea es un primer paso en la dirección correcta, pero vamos a necesitar de todo el apoyo de nuestros líderes y de la comunidad internacional para recuperar al país de esta crisis tan dura que nos ha dejado un gobierno que, como dice Leopoldo, es corrupto, antidemocrático, ineficiente y represor. Por eso, los venezolanos encontraremos soluciones dentro de la Constitución y tenemos varias alternativas democráticas para hacerlo: una «enmienda» constitucional, la «renuncia» o el referendo «revocatorio» del mandato de Maduro y una asamblea «constituyente».

–¿Cómo mantendrá la oposición el control del legislativo que ahora ha conseguido?

–La oposición tiene el control porque la mayoría de los venezolanos le otorgaron su confianza a 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Desde el mismo momento que ganamos sabíamos que así como el régimen intentó hacer trampa durante las elecciones, intentaría volver a hacer trampa. Es su manera de hacer las cosas, pese a los acuerdos y los reconocimientos de nuestra victoria. Afrontamos unas impugnaciones sin pie ni cabeza, que no tienen sentido. El pueblo eligió a 112 diputados a pesar de todas las adversidades, porque quiso dejar claro que quiere que haya un cambio.

Diálogo con chavistas

–¿Cómo se puede recuperar la autonomía del resto de los poderes en Venezuela?

–Un paso a la vez. Ya recuperamos el parlamento, el cual tiene atribuciones y puede ejercer acciones. Con la mayoría en la Asamblea de Venezuela se traza un plan de rescate del país para rescatar la institucionalidad. Se quiere comenzar por eliminar el uso de la justicia como medio para perseguir políticamente, así como ha quedado evidenciado en el caso de Leopoldo, del alcalde de Caracas Antonio Ledezma, de Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal, y el resto de los presos políticos. El congreso se ha fijado como tarea prioritaria la amnistía. Además, al tener una mayoría de dos terceras partes del parlamento, la oposición puede tomar medidas que ayudarán en el rescate de los poderes. Nuestros parlamentarios podrán someter a referendo aprobatorio los proyectos de ley que discuta el congreso, remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, previa audiencia concedida al interesado, y también tener la iniciativa de convocatoria a una Asamblea Constituyente en Venezuela.

–¿Es ineludible que se produzca un diálogo entre el chavismo y la oposición?

–No solo es necesario, es la única vía para recuperar la paz que tanto necesitamos los venezolanos. El diálogo es un elemento necesario para poder encontrar soluciones a los problemas que tenemos en Venezuela, que pasan por recuperar la calma y la convivencia democrática entre todos. Un compromiso sincero de escuchar al otro, de reconocer su existencia aunque ese otro piense distinto. La democracia nos exige a todos eso, que es justamente lo que permite que podamos progresar.