Alain Juppe, durante una rueda de prensa
Alain Juppe, durante una rueda de prensa - AFP

Juppé aventaja a Sarkozy en intención de voto conservador

La izquierda también pide primarias ante la enorme impopularidad del presidente Hollande

CORRESPONSAL EN PARÍS Actualizado: Guardar
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Alain Juppé continúa ganando enteros como posible líder conservador, superando a Nicolas Sarkozy en intención de voto en unas elecciones primarias del centroderecha que pueden cambiar el paisaje político nacional. Una tendencia muy reseñable cuando crecen las dudas sobre el futuro político del presidente Hollande. La campaña de las elecciones primarias de Los Republicanos (LR) está comenzando a amenazar el liderazgo de Sarkozy, ofreciendo a Alain Juppé la oportunidad de convertirse en el candidato del centroderecha a la presidencia de la República, con el apoyo de todas las familias conservadoras.

Alcalde de Burdeos y ex primer ministro de Jacques Chirac, conservador sin tacha pero abierto a las familias centristas, Juppé está consiguiendo el apoyo de «barones» muy conservadores, conservadores tradicionales y centristas, y es percibido como un hombre de Estado respetable por la opinión pública de izquierda, centro y derecha.

Sarkozy cuenta con el apoyo del aparato de su partido, pero suscita muchas reservas entre los barones regionales

«Le Figaro» abría su portada de ayer lunes afirmando que Juppé comienza a superar a Sarkozy en intención de voto en las elecciones primarias convocadas para elegir al candidato conservador a la presidencia de la República. Se trata de una carrera maratón, que Juppé comienza en cabeza. A juicio del matutino conservador de referencia, Sarkozy no consigue «despegar» como líder de todas las derechas. Cuenta con el apoyo del aparato de su partido, pero suscita muchas reservas entre los barones regionales y entre una opinión pública moderada, aparentemente cansada del interminable duelo Sarkozy-Hollande, desde hace años.

Desde su vuelta activa a la política -que nunca abandonó-, tras su derrota en las presidenciales de 2012, Sarkozy decidió enterrar la difunta Unión por un Movimiento Popular (UMP), su antiguo partido, para fundar una nueva formación política, Los Republicanos (LR), que no termina de cuajar como maquinaria de guerra política personal. Sarkozy anunció el «entierro» de la UMP y la «refundación» del centro-derecha la primavera de 2015. Los Republicanos (LR) debían catapultar a Sarkozy al liderazgo de las derechas. Ha ocurrido lo contrario. Tras la convocatoria de elecciones primarias, para elegir el mejor candidato conservador a la elección presidencial de la primavera de 2017, Sarkozy tiene ahora tres rivales: Alain Juppé, François Fillon (ex primer ministro) y Bruno Le Maire (ex ministro de Agricultura). Los tres están dispuestos a aliarse, entre ellos, para evitar que Sarkozy vuelva a ser candidato a su propia reelección presidencial, dentro de quince meses.

«Le Figaro» afirmaba ayer, a doble página, que Juppé comienza a destacar en la carrera maratón de las primarias conservadoras. Sarkozy puede recuperarse y volver a instalarse en el corazón de la incipiente campaña electoral. Pero la emergencia de Juppé mueve todas las fichas del puzzle político nacional, cuando las izquierdas temen que François Hollande sea un caballo perdedor en la carrera que comienza.

Primarias en la izquierda

«Liberation», por su parte, destacó en su portada de la mañana del lunes el manifiesto de medio centenar de intelectuales, políticos, economistas, sociólogos, encabezados por Thomas Piketty -uno de los más famosos economistas franceses- y Daniel Cohn-Bendit -una figura emblemática de la izquierda libertaria-, pidiendo la celebración de unas elecciones primarias para elegir a un candidato de todas las izquierdas, temiendo que Hollande fuese eliminado por Marine Le Pen en la primera vuelta de las próximas presidenciales.

Todos los sondeos anuncian que Marine Le Pen puede eliminar fácilmente a Hollande en una primera vuelta presidencial

Se trata de una eventualidad bien fundada. Desde hace meses, todos los sondeos anuncian que Marine Le Pen puede eliminar fácilmente a Hollande en una primera vuelta presidencial. Jean-Marine Le Pen ya eliminó a un candidato socialista, Lionel Jospin, en la primera vuelta de las presidenciales de 2002. Las izquierdas recuerdan aquel antecedente con verdadero espanto. Hollande se ha convertido en el presidente más impopular de la V República y solo cuenta con el apoyo sin falla del aparato del PS. La izquierda socialista, el PCF, los ecologistas, el Frente de Izquierdas (FdI) y personalidades influyentes, como Piketty y Cohn-Bendit, piden la celebración de unas elecciones primarias que permitan elegir un candidato menos «tocado» que Hollande

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